Los canales oficiales del club xeneize publicitaron ayer la entrega de una (¡sí, una!) “silla de traslado” –como la mencionan en la página web oficial- en carácter de donación al Centro de Jubilados y Pensionados de Pinamar por parte de la peña local del club. Pero pese a ser una iniciativa local, el club le dio carácter nacional: envió al vicepresidente Royco Ferrari a participar de la entrega y lo publicó en redes sociales como Twitter, aunque al poco tiempo borraron la publicación de la cuenta debido a los “memes” y cargadas que no se hicieron esperar.
Desde el punto de vista económico, Boca es sin dudas el club más poderoso de Argentina. Siempre es noticia en el “mercado de pases” por la adquisición de jugadores de alto nivel, incluso que compiten en ligas europeas, como Daniel Osvaldo y Carlos Tevez. El propio “Apache” fue vendido a China y recibirá los mayores ingresos que un futbolista perciba en la actualidad. Sin embargo a nivel “solidaridad”, Boca se puso al nivel de Yupanqui o Midland: donó una silla de plástico adaptada con rulemanes. Y lo exhibió con orgullo. Insólito.
Parece que la dirigencia de Boca hubiese querido acompañar poéticamente los anuncios del Gobierno Nacional respecto a los jubilados: el macrismo a nivel nacional planea quitar la cobertura y los descuentos en medicamentos a jubilados del PAMI; el macrismo angelicista a nivel Boca lleva una silla de playa con rueditas a un Centro de Jubilados. Se podría decir que se trató de un acto de humor negro, si no fuera porque se trata de personas de la tercera edad que merecen el mayor de los cuidados y respetos. Lamentable.
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