Allí compartimos con la comunidad el petitorio que vamos a presentar ante las autoridades locales, en el cual pedimos que se active un circuito para artistas y musicos locales en nuestro distrito, se termine con la censura local y se reconozca los derechos de músicos y artistas como trabajadores de la cultura.
La comunidad apoyó con firmeza: Logramos juntar alrededor de 400 firmas en solo dos horas, y hubo durante toda la tarde y en todo momento un promedio de 200 personas ajenas a la organización participando activamente, disfrutando de las bandas que nos acompañaron tocando en vivo y solidarizándose con nuestro reclamo. La jornada se realizó entre las 16 y las 18 hs.
Alrededor de las 17 hs se acercaron tres patrullas de guardia comunal, tres patrulleros de la policia bonaerense y dos inspectoras municipales, pidiéndonos que desalojemos la calle, por estar "interrumpiendo el paso por la vía pública". Planteamos que nosotros no estabamos interrumpiendo el paso, ya que estabamos en la peatonal y las veredas estaban libres. Ante esta respuesta, nos pidieron el permiso para tocar en ese espacio. Mostramos entonces el pedido de permiso presentado en mesa de entrada hace dos semanas. (por el cual pagamos sellado y cumplimos todas las vías formales planteadas). La actitud de las autoridades iba siendo cada vez más intimidatoria. Durante el desarrollo de estas discusiones, las bandas seguían tocando y el público presente iba creciendo en cantidad. Cientos de peatones que pasaban caminando se detenían, quedandose de manera espontanea a disfrutar del espectáculo y apoyar la causa. Luego volvieron entonces a pedirnos que desarmemos, ahora con la excusa de que "no podemos usar el toma de corriente que se encuentra en el poste de luz público", sosteniendo entonces que "si pedimos luz en otro lado o traemos un generador podemos seguir con el espectáculo". Esta exigencia ahora decían que la planteaban "por nuestra seguridad". En ese momento, los inspectores labraron un acta denunciando a un integrante de la organización: indicando nombre y apellido, DNI y dirección, siendo que estos datos no habían sido aportados por esta persona denunciada en ningún momento. (Cabe destacar que este accionar no es propio de un organo del estado en tiempos de democracia).
Ante tantos argumentos contradictorios, solicitamos entonces a los inspectores y policías que expliquen en el micrófono a la comunidad presente por qué consideraban que debía suspenderse la jornada, a lo que nos respondieron "aca no tenemos nada que explicar". Ante esta respuesta, decidimos no firmar ningún acta incriminatoria hacia alguna persona en particular y, con el apoyo total de las cientos de vecinos presentes, continuar con la jornada. Ante esta decisión, un policía arrancó violentamente los cables de la instalación eléctrica de los equipos de sonido con los que estaba tocando la banda en ese momento. Ya para ese momento, el tono de las discusiones iba subiendo.
Lejos de amedrentarnos, las percusiones siguieron sonando, los vecinos se fueron acercando más y más y allí estuvimos una hora más, sin suministro eléctrico, haciendo oir nuestro reclamo, a ritmo de bombos, tambores y canticos. Entonces, ocurrio una situación lamentable y grotesca alrededor de las 19 hs.: Un camion de bomberos llego al lugar con una escalera desplegable. Un efectivo subió al poste de luz y destruyó la zapatilla eléctrica instalada por el propio municipio allí mismo. Esta situación absurda dio lugar a una serie de abucheos y burlas por parte de los vecinos presentes. En ese momento, alrededor de 40 efectivos se desplegaron en la esquina, con el único objetivo de "desenchufar una zapatilla". (Curiosa situacion en una semana en la que nuestro distrito se vio azotado por cortes de luz, inundaciones y calles cortadas por el temporal).
Terminada la jornada, guardamos nuestras pertenencias y nos dirigimos a un domicilio particular a pocas cuadras de la peatonal a conversar sobre la jornada. Alli constatamos que habiamos sido perseguidos por efectivos de las fuerzas de seguridad. Desde dentro del domicilio vimos pasar repetidas veces una caravana de tres patrulleros y varias motos por la puerta (conduciéndose en repetidas ocasiones en contramano). Pasaban lentamente, mirando hacia adentro.
Nuestra evaluación general de la jornada es más que positiva. Creemos que fue un auténtico exito. En primer lugar, porque pudimos cumplir con las actividades pautadas (aún teniendo que estar durante casi toda la jornada discutiendo con los funcionarios para que no nos corten). También es exitosa ya que sirvió para hacer visible entre los vecinos una realidad imposible de esconder: la censura a las expresiones artísticas y musicales por parte del Estado es una realidad.
Terminamos la jornada con la alegría de saber que la comunidad apoya y acompaña nuestra causa, y eso nos llena de fuerzas para seguir creciendo y luchando por lo que creemos que es justo:
- Las expresiones artísticas y musicales no son un delito.
Por eso:
- Vamos por el reconocimiento de la dignidad de los músicos y los artistas locales, trabajadores de la cultura.
- Vamos por la creación y habilitación de circuitos para espectáculos en el distrito.
Artistas y Musicos Organizados de Florencio Varela |