Desde la victoria de Donald Trump en las presidenciales estadounidenses se comenzaron a desestabilizar las relaciones comerciales entre Estados Unidos y México por las amenazas del presidente electo de desbaratar acuerdos comerciales y de imponer nuevos aranceles. De hecho, el estado mexicano ha reorganizado su gobierno para mejorar las relaciones con la nueva administración estadounidense.
En los últimos días la presión del republicano hacia México se ha intensificado: la cancelación de una inversión de 1,600 millones de dólares de la Ford Motor Co., en una fábrica en San Luis Potosí tras ser fuertemente criticada por el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump.
A unos días de que el magnate Donal Trump asuma la presidencia de Estados Unidos, el director de The Association for Manufacturing Technology (AMT), organización internacional que representa a 30 empresas estadunidenses de manufactura de alta tecnología con presencia global y vinculadas a la industria electrodoméstica y el sector automotriz, declaró que las inversiones de empresas manufactureras de alta tecnología en México son “a largo plazo y bastante robustas”.
“No hemos visto en la industria de la manufactura de alta tecnología un problema tan notorio como el que se ha presentado en la industria terminal. [...] El consumo récord que tuvimos el año pasado en México en cuanto a procesos de producción en tecnología para la manufactura fue de 2 mil 300 millones de dólares”, informó Carlos Mortera.
Además señalo que “[...] el empresario estadounidense que no está relacionado con la política sino con la industria de la transformación, sigue entusiasmado en México pese a la incertidumbre que existe por la toma de posesión de Donald Trump y ver cuál va a ser la instrumentación de algunas de las medidas.”
Precisó que las empresas asociadas a AMT “están entusiasmadas con México y al menos media docena están plenamente integradas en procesos de manufactura avanzados, por lo que siguen apostando al país sobre todo pensando que la industria de transformación tendrá una reinversión mundial”.
AMT representa y promueve la tecnología manufacturera estadounidense y sus miembros. Es la cadena que surte a la industria terminal que produce automóviles y componentes de aviación. Su vínculo con industrias clave en la relación Estados Unidos–México es de relevancia, pues cuatro de cada diez de los productos fabricados en México y exportados a tierras estadounidenses son automóviles.
Así, cualquier movimiento en la industria automotriz supone una implicación en la industria manufacturera de alta tecnología debido a la extrema integración en sus cadenas de suministro.
Carlos Mortera termina por reconocer que persiste “mucha especulación en el mercado”. De momento, las cosas no pintan nada favorables. Trump anunció que Robert Lighthizer será el representante comercial de Estados Unidos, un nombramiento bastante polémico, dado que ha sido un importante defensor del proteccionismo y desempeñará un papel clave en cualquier renegociación del Nafta. |