A poco más de 20 días de asumido la titularidad de la Secretaría de Relaciones Exteriores de México, Luis Videgaray realizó un viaje a Estados Unidos para preparar la visita de Enrique Peña Nieto, la cual se llevará a cabo el próximo 31 de enero. Integra su comitiva el secretario de Economía, Ildefonso Guajardo. Ambos se reunieron con funcionarios del gabinete de Donald Trump.
Ya desde el discurso ofrecido por Enrique Peña Nieto en materia de Relaciones Exteriores se anunciaba la postura que tendría el gobierno mexicano en esta reunión.
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Videgaray se ha sumado al los discursos que pretenden colocar a México como un negociador en buenas condiciones para presentarse ante Estados Unidos y aseguró que las empresas mexicanas acumulan una Inversión Extranjera Directa de 18 mil millones de dólares en Estados Unidos. Esta declaración vino después de que se hiciera público que Donald Trump había retirado a Estados Unidos del Acuerdo Estratégico Transpacífico de Asociación Económica (TPP).
Antes de partir a Washington, Videgaray aseguró que no se aceptará como única agenda la propuesta por el gobierno del magnate Trump. Por su parte, mientras Videgaray viajaba, se anunció que Trump estaba presto a firmar la medida ejecutiva que aprueba la construcción del muro entre México y Estados Unidos. Así, se ha dado el primer paso en las "negociaciones".
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Sobre la discusión abierta por Trump en torno al Tratado de Libre Comercio de América del Norte, el canciller aseguró que abandonarlo tendría altos costos para México, sin embargo, dijo que si los términos de la negociación eran desfavorables para nuestro país, salir del acuerdo sería una opción a considerar.
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Sobre el tema de los migrantes, Videgaray aseguró que, además de que "será inaceptable" cualquier acuerdo que vulnere la dignidad de los migrantes mexicanos radicados en Estados Unidos, sí se tiene contemplado recurrir a "instancias internacionales" en caso de que el gobierno estadounidense tome acciones para deportar de forma masiva a mexicanos. Así queda claro que su discurso de "protección" al migrante es sólo uno que aspira a "dosificar" el ritmo de las deportaciones y a proteger el gran ingreso que representa para México las remesas.
El que Trump continúe con el proyecto de construcción del muro, en vísperas de la visita de la comitiva mexicana, hecha por tierra cualquier intento del gobierno peñanietista de aparecer fuertes ante la avanzada de la política proteccionista de Trump.
Y es que nada puede esperarse de un régimen que por un lado emite pronunciamientos (tibios) de defensa y soberanía nacional, y por el otro no deja de entregar los recursos del país, por medio de la firma de acuerdos y tratados en donde los únicos beneficiarios son los empresarios y los grandes capitales.
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Sólo la clase trabajadora y los sectores populares a ambos lados de la frontera, podrán enfrentar la "era trump", por medio de forjar fuertes alianzas de solidaridad internacional con la clase obrera multiétnica de Estados Unidos, con las mujeres que salen a repudiar a Trump y la juventud negra y latina que ha salido a enfrentar la brutalidad policial y la violencia racial. |