Desde que en el país se aprobara la práctica del aborto en 1973, el 27 de enero de cada año se realiza en Washington la marcha antiaborto: #MarchForLife.
Sin embargo, este año, en un acontecimiento histórico, y después de que el gobierno se mantuviera al margen de la acción durante los últimos 44 años, el vicepresidente del gobierno de Trump, Mike Pence, asistirá a la marcha en contra del aborto y dará en el mismo evento un discurso al respecto.
Unos minutos antes, Trump había llamado a participar de la reaccionaria movilización.
Trump: machista, misógino y racista
Para nadie es un secreto que Donald Trump está en contra del aborto, e incluso que pretende instalar una política aún más machista, misógina y racista en el país vecino del norte.
Ya antes ha hecho declaraciones sobre los ataques prometidos en su campaña en contra de las mujeres y sus derechos.
Lo último en estos temas fue el rescate a la ley “Mexico City Policy” que impide a organizaciones no gubernamentales utilizar fondos federales para promover la salud sexual y reproductiva, incluyendo el aborto seguro.
Trump hizo promesas a los grupos antiaborto que lo respaldaron y aseguró que lograría la prohibición del aborto a las 20 semanas de embarazo, e incluyó en esta promesa a manera de candado, el nombramiento de gente para la Suprema Corte, que estuviera de acuerdo con esa postura.
Las mujeres salen a las calles
Pero no pasarán sus políticas machistas si las mujeres, junto con nuestros compañeros varones salimos a repudiar estas medidas. Las acciones empezaron desde el primer día de gobierno del presidente Trump.
El 21 de enero millones de mujeres salieron a las calles de diferentes países a defender sus derechos. En Estados Unidos participaron de la “marcha de las mujeres” la cual se dio en Washington, y tuvo repercusiones y replicas por todo el mundo.
Demandas como salario mínimo de 15 dólares, la igualdad salarial y el derecho de trabajadoras y trabajadores a organizarse, contra toda discriminación y contra la brutalidad policial racista, y por la defensa del derecho al aborto, fueron retomadas en distintas movilizaciones.
Ante el ataque a los derechos de las mujeres de cualquier país y de cualquier color, es necesario fortalecer un gran movimiento internacional de mujeres, que se organice de manera independiente y que señale los peligros que encarna la presidencia de Trump. Para oponerse a los gobiernos y políticas imperialistas (que en Estados Unidos impulsan tanto republicanos como demócratas), denuncie el feminicidio, la precarización del trabajo femenino, a la vez que repudie el racismo y los recortes a nuestros derechos. |