El 31 de diciembre del 2016, más de 20 docentes fueron despedidos. La amplia mayoría pertenecientes al sindicato SIDUNLaM (Sindicato de Investigadores y Docentes de la Universidad de La Matanza). Docentes y estudiantes nos estamos organizando, y el último 30 de enero se votó en asamblea un plan de lucha para enfrentarlos.
El jueves 09 de febrero en las puertas de la universidad a las 15 h. una gran clase pública tendrá lugar con la consiga el Silencio NO es salud, Contra los despidos persecutorios y antisindicales en la UNLaM de la cual participaran el ex Ministro de salud del Kirchnerismo, Daniel Gollan y contaran con la participación de docentes despedidos de medicina como Graciela Uriburu y Ricardo Gené. Abrirá la clase el docente Giglio Prado de la materia de Medicina Social.
Martínez, quien hace más de 20 años es Rector, no quiere permitir la organización sindical ni ninguna voz disidente en la universidad. Como en la dictadura militar, quieren prohibir la organización sindical de los docentes y la libertad política, de organización y de expresión. El secretario Académico de la UNLaM, Gustavo Duek, lo planteó claramente cuando afirmo que “si hubiera gente que tiene la intención de hacer política gremial”, él personalmente se iba a “encargar de que no estén más en la Universidad”. También manejan los medios oficiales de la universidad como El1 desde donde atacan a los docentes. Los despidos discriminatorios y antisindicales de los docentes, que comenzaron en 2015, tiene sustento en una universidad cuyo régimen, como afirmo el propio Martínez, quiere profundizar una orientación más ligada a las empresas privadas, en donde el conocimiento está al servicio de los intereses del mercado y del Estado, para seguir reproduciendo el statu-quo. Este régimen está hecho a medida de la Ley de Educación Superior menemista, mantenida por el kirchnerismo y ahora por el macrismo, donde la universidad está pensada como una empresa que brinda servicios y no al servicio de las necesidades de las grandes mayorías. Por eso mientras miles de docentes están precarizados con contratos de cuatro meses, y cuyas contrataciones las deciden a dedo las autoridades de la universidad, los funcionarios como Duek y Martínez cobran de miles y miles de pesos. Por eso atacan la carrera de medicina y su orientación social.
Docentes y estudiantes, organismos de Derechos Humanos, organizaciones sociales y políticas ya se pronunciaron a favor de la reincorporación de todos los docentes y por el cese de la persecución. Es necesaria la más amplia unidad para derrotar este ataque del Régimen Universitario a las más elementales libertades democráticas que son una conquista de la universidad pública.
Las autoridades de la UNLaM, que pasaron navidad brindando con Magario, Espinoza y el PJ de La Matanza, nada tienen que envidiarle a los despidos y el ajuste del Gobierno de Cambiemos.
Los estudiantes contra la persecución y los despidos
La última asamblea docente-estudiantil que se realizó en el local de la CTA, junto varias organizaciones de trabajadores, sociales y políticas solidarias, contó con la presencia de decenas de estudiantes de la carrera de medicina y de otras carreras que se suman a la lucha contra los despidos y la persecución. Los estudiantes de la UNLaM empezando por Agrupados por la Salud donde se viene organizando estudiantes de Medicina de distintos años de la carrera, estudiantes no agrupados de distintas carreras, y organizaciones como la Juventud del PTS + Independientes, Estudiantes Autoconvocados, Izquierda Socialista, el MST, UJS Partido Obrero, La Demo - Nuevo Encuentro, ya nos pronunciamos y somos partes de esta pelea, junto a los docentes. Esta presencia y protagonismo de los estudiantes, que somos la amplia mayoría de la universidad, es esencial para derrotar a las autoridades, ya que es una lucha que se debe dar en común por el simple hecho de que es un ataque a las libertades en la UNLaM y un ataque a la educación pública, y por eso también a nuestra libertad de organizarnos.
Pero quien estuvo ausente y ni siquiera se ha pronunciado contra los despidos es la conducción del Centro de Estudiantes, La Liga Federal (Juventud Universitaria Peronista). La Liga Federal mantiene una actitud cómplice ya que desde el día uno que se inició el ataque a los docentes (como en los anteriores ataques a la Carrera de Medicina) no hicieron nada para enfrentarlos. Es urgente que el centro de estudiantes rompa sus lazos fraternales con Martínez y las autoridades, y convoque asambleas democráticas de los estudiantes para enfrentar los despidos y la persecución. Es necesario pelear por un centro de estudiantes que sea una poderosa organización para el movimiento estudiantil y la pelea por la educación pública, independiente de las autoridades, barriendo con las conducciones antidemocráticas y que solo son una correa de trasmisión de los intereses del régimen universitario, como la Liga Federal. |