Una exposición de decenas de libros y revistas Ideas de Izquierda recibía a los trabajadores que se acercaban al local para participar del primer encuentro del curso de los 70.
“¿Estos libros son para vender?”. “Estos libros son nuestros, son del local, los compañeros de la editorial del PTS nos hicieron esta donación”. Se dibujaba una sonrisa en la cara del que preguntaba. La frase “son nuestros” reflejaba muchas cosas.
“A mí me gustan los chiquitos”, decía un chofer de la UTA, señalando el Manifiesto Comunista, aquel pequeño gran libro. Al lado de éste, estaba “Octubre”, una selección de textos de León Trotsky sobre la Revolución Rusa.
Una obrera de Madygraf se para cerquita de la biografía de la revolucionaria alemana Rosa Luxemburg y le llama la atención; el de “Pan y Rosas” que estaba al lado era un libro que ya le era familiar.
De a poco se iban parando frente a los libros, comentaban cuáles habían leído, cuáles les gustaría tener y se habían “olvidado” de que existían, descubrían títulos nuevos que no sabían que Ediciones IPS había editado. Los agarraban, leían los índices, preguntaban precios y lo mejor: se los recomendaban entre ellos. Una parte de la historia de su clase reflejada en un puñado de libros que ahora estaban a su alcance, en el propio local que ellos frecuentaban.
“Es como que si los tenés ahí, te dan ganas de comprarlos y de leerlos”, reflexionaba un joven obrero sin patrón.
Pasaban los minutos, y se armaban las charlas sobre las lecturas que habían hecho y las que se debían.
Algunos reservaban algunos títulos para comprarlos cuando la próxima quincena llegara al bolsillo.
Lecciones para vencer
Luego, se desarrollaron los debates a lo largo del primer encuentro del curso de los 70. Partimos de debatir acerca de la situación económica, política y social que se daba en todo el mundo en esos años; el contexto histórico del proceso revolucionario que se abrió en argentina con el Cordobazo.
También se desarrollaron otros debates en donde varios de los presentes plantearon sus opiniones y sus dudas.
Un trabajador de madygraf nos decía que en general se hablaba del tiempo de la última dictadura, pero que era nuevo para él hablar de lo que pasó antes.
Un chofer de la UTA que también se hizo presente en el curso nos daba su reflexión cuando terminó: “Estuvo buenísimo el curso, más que nada para formarnos. Yo estoy conociendo al partido y estos cursos son esenciales para conocer cómo y por qué se han dado las revoluciones tanto en nuestro país como en todo el mundo. Además, si queremos “contagiar” a más gente a participar de lo que es esta “revolución” que se está dando de a poco y de conocer más sobre los partidos de izquierda, tenemos que saber más de que estamos hablando, tenemos que conocer más nuestras historias, tenemos que tratar de llegarle a la gente. Y esta es una forma especial para poder llegar a los demás; hablando con conocimiento de causa. Hay que conocer el pasado, para entender el presente y el futuro. Para saber cómo manejarnos de acá hacia adelante primero hay que mirar para atrás. Y esto es una buena opción para conocer más nuestra historia y saber más de nuestras revoluciones. Me parecieron fantásticos los debates que se fueron dando también. Ahora hay que seguir para adelante, hay que seguir formándonos, hay que seguir estudiando y debatiendo. Y espero que cada vez seamos más los que estemos en un encuentro debatiendo sobre nuestra situación política y sobre la historia de las revoluciones”.
El curso ya había arrancado. Junto con los libros, nos permite el debate de nuestra propia historia. Para que los trabajadores no partamos de cero, para conocer lo que ocultan nuestros enemigos: la historia cuyas lecciones nos preparan para vencer. | 
