Encuentro con 135 deportados procedentes de Texas. Cinismo de EPN para recomponer imagen. De los 3 millones deportados en los pasados 8 años, ni una palabra.
Fue una ceremonia privada, encabezada por el presidente Peña Nieto quien se hizo acompañar de su Secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, y con todo el cinismo que le caracteriza les reconvino: "este es el país del que nunca debieron irse, los estamos recibiendo, los estamos atendiendo, encuentran un México diferente en el que ahora se están creando oportunidades".
Pero ellos no se fueron por gusto, sino porque esas "oportunidades" no son accesibles al conjunto de la población trabajadora. De otra forma, no habría necesidad de abandonar nuestro país para arriesgar la vida y entregar su esfuerzo físico a las grandes empresas estadounidenses por unos cuantos dólares,pues su condición de inmigrantes, los convierte en los peor pagados en ese país, apenas para sobrevivir y enviar unos cuantos dólares a la familia.
En realidad, las grandes "oportunidades" las acaparan los gobernadores saqueadores del erario público, los funcionarios del gobierno, la Suprema Corte y el Congreso de la Unión, que reciben sueldos anuales millonarios con cuantiosos aguinaldos. Mientras que los empresarios y las grandes transnacionales que aprovechan la precarización del trabajo asalariado.
3 vuelos por semana
Y no es que haya recibido a los primeros deportados, como dijo Dalia Gabriela García Acoltzi, coordinadora del programa ’Somos Mexicanos’ del Instituto Nacional de Migración (INM), el vuelo que llegó este martes, es uno de los tres que se realizan a la semana (lunes, martes y jueves) para trasladar a los compatriotas. En realidad, son los primeros (135) para los que, según dijo la funcionaria, "el presidente dio la instrucción de brindar asistencia a los mexicanos que retornan de Estados Unidos". ¿Y los que están regresando a diario por diferentes vías? Ellos no entran en el presupuesto del acto mediático presidencial. Tampoco las casi 3 millones que fueron deportados en los 8 años en los que el demócrata Barack Obama estuvo al frente de la Casa Blanca.
Al dirigirse al grupo en las instalaciones del aeropuerto, les dijo que "México es tierra de oportunidades…lo único que requieren es alguna flexibilidad en requisitos, por ejemplo para ocupaciones laborales. Pero traen habilidades y condiciones especiales que hay que aprovechar como mexicanos" y haciéndole un guiño a la patronal mexicana, añadió: "creo que el país se puede aprovechar de toda esta gente calificada y especializada, que incluso regresa siendo bilingüe".
Enojo y desconfianza
Uno de los repatriados, Ramón Barajas, explicó que se fue al sueño americano hace 18 años y fue detenido hace un mes en Denver, Colorado, al momento de renovar una licencia de manejo, dejando allá a su esposa e hijos, de ciudadanía estadounidense. Antes de irse al otro lado, trabajaba en la industria de la construcción pero decidió salir de México "por lo que deciden irse todos, por la falta de trabajo y los bajos sueldos" y bastante descontento cuestionó al presidente ante el ofrecimiento de apoyo monetario: "¿qué garantías nos van a dar? ¿El negocio va a prosperar? ¿No nos va a llegar la delincuencia a cobrar cuota? Muchos por eso nos vamos; y también por los sueldos. Empleos sí hay aquí, pero los sueldos... ¿qué nos dicen de éstos?" Peña Nieto sólo alcanzó a balbucear: "estamos trabajando en esos temas".
Y es que en su discurso les ofreció apoyo monetario, prometiendo otorgarles de 25 mil a 75 mil pesos "para el establecimiento productivo". Cantidades que son irrisorias como para establecer siquiera un changarrito, como los que promocionaba demagógicamente Vicente Fox, burlándose de las necesidades del pueblo pobre.