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Después de que en el año 2015 el gobierno aprobó el Decreto Supremo 2366 que autoriza el desarrollo de actividades hidrocarburíferas en áreas protegidas del país, era cuestión de tiempo para que se empezaran a efectuar reconocimientos al interior de las reservas para planificar dichas extracciones. Esto se vio comprobado cuando en el pasado mes de enero de 2017, se hizo presente en Tarija el ministro de Hidrocarburos, Luis Alberto Sánchez, con el fin de evaluar las posibilidades de extracción de hidrocarburífera en la Reserva de Flora y Fauna Tariquía y hacer pruebas sísmicas.
Ante el rechazo masivo, tanto de los comunarios de la reserva como de sectores de la ciudadanía tarijeña, el ministro manifestó que se realizaría una consulta previa a los habitantes de Tariquía antes de realizar cualquier extracción. Sin embargo, los comunarios son escépticos ante esta declaración ya que este gobierno, además de implementar cada vez más políticas neoliberales y demostrar que todo su discurso de “amor y defensa” a la Pachamama solo fue un discurso demagógico, se ha caracterizado también por no tomar en cuenta la opinión de las comunidades indígenas ni los riesgos ambientales y sociales a los que las expone.
De esta manera, los comunarios del cantón de Tariquía, en la reunión de la subcentral sindical única de comunidades campesinas del cantón de Tariquía, llegaron a la conclusión de rechazar de forma unánime la exploración de hidrocarburos.
El comunario de Motovi, del cantón de Tariquía, Felicindo López declaró que:
“En forma unánime rechazamos la exploración de hidrocarburos allá por ser un área protegida y sabemos que nada bueno nos va a traer a los habitantes. Ya está dicho, nosotros vamos a pedir apoyo en caso de que quieran invadirnos, vamos a pedir apoyo al departamento de Tarija, toda la gente, instituciones públicas que nos quieran apoyar, el Comité Cívico, universidades, pero no sabemos quienes nos querrán apoyar”.
Así también, otro comunario de Motovi, Francisco Romero, manifestó el día de ayer que es un atropello total del gobierno, que no efectuaron ninguna consulta para este tipo de emprendimientos y que se afectan las normas ambientales en un área boscosa húmeda de muchísima importancia para todo el país, ya que como es sabido, son estos ambientes los que proporcionan las lluvias y el agua que tan necesarias son hoy en día en el país. Además agregó que cuando ellos piden permiso para realizar un emprendimiento de cualquier tipo, o proyectos de desarrollo se les niega alegando que es un área protegida. Un ejemplo es que les impidieron plantar papa amparándose en las leyes de reservas protegidas, sin embargo, cuando el gobierno quiere entrar, nada se les impide y manifestó:
“Me gustaría que Tariquía se conserve, si hay otros lugares para explotar háganlo ahí pero no en la reserva, somos el pulmón del Departamento y del país, nosotros no queremos que haya exploración, cuando queremos un proyecto nos piden ficha ambiental.”
Aquí debemos recalcar también la complicidad del SERNAP (Servicio Nacional de Áreas Protegidas) que es el principal opositor a los emprendimientos que quieren realizar los mismos comunarios de Tariquía pero que apoyan la actividad hidrocarburíferas alegando los supuestos “beneficios” que traerán para el desarrollo.
“Hablan lindo pero analizándolo no es así. Hemos ido 12 dirigentes a Yacuiba, a ver cómo es la realidad, y vemos que no hay desarrollo como se dice”, expresó el dirigente.
Llanos mencionó que conocen de manera extraoficial que Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) y Petrobras, supuestamente tienen avances en los trámites para entrar al área el 2017. “Hay que estar preparados, nosotros convocamos a la población que vive en Tarija para que puedan pronunciarse”, dijo.
Caminos al interior de la reserva
Tariquía fue declarada como área protegida mediante DS Nº 22277 de 1989 y la Ley Nº 1328 de 1992. Se encuentra ubicada en la región Sureste del departamento de Tarija (al Sur del poblado Entre Ríos), en las provincias O’Connor, Arce, Gran Chaco y Avilés, en proximidad a la frontera con la República de Argentina. Los municipios de Padcaya, Entre Ríos, Caraparí y Uriondo, tienen comunidades que son parte de la reserva, donde habitan especies de árboles y animales, cuya existencia no ha sido totalmente documentada. Dentro del área se tienen unas 15 comunidades (algunas de ellas subdivididas según los puntos cardinales), donde habitan aproximadamente 3.600 personas. Su forma de vida, básicamente consiste en el autoabastecimiento. Ya que se maneja poco efectivo, el trueque es un método muy utilizado por los pobladores. Los animales llegan a ser el patrimonio de las familias, que en caso de urgencia, venden una vaca para poder tener recursos.
Para el especialista y ambientalista, Iván Arnold, los impactos de cualquier acción humana sobre la reserva implican que hasta donde llega la maquinaria, se realizan asentamientos. Concluyó afirmando que además de los impactos ambientales, se debe considerar impactos sociales.
El 9 de febrero se llevó a cabo un desfile de teas a las siete de la noche, en apoyo a los comunarios de Tariquía y para expresar el rechazo hacia los asentamientos hidrocarburíferos dentro de la reserva. |
