La orden de Trump suspendía durante 120 días el programa de acogida de refugiados de Estados Unidos y detenía durante 90 días la emisión de visados para ciudadanos de siete países con población mayoritariamente musulmana: Libia, Sudán, Somalia, Siria, Irak, Irán y Yemen.
Los jueces señalaron que el gobierno no ha dado ninguna evidencia sustancial que justifique la inmediatez y la necesidad de la medida. La resolución de la Corte, como era de esperar, nada dice respecto a la medida utiliza la excusa de la “guerra contra el terrorismo” para criminalizar a la población musulmana que vive en dichos países. Dicho sea de paso, la prohibición exime a los países en los cuales Trump ha hecho o mantiene negocios como Emiratos Árabes Unidos o Arabia Saudita.
Esta resolución constituye un revés para Trump. Ante ello escribió en Twitter: “NOS VEMOS EN LA CORTE, LA SEGURIDAD DE NUESTRA NACIÓN ESTÁ EN RIESGO”.
Según distintos analistas, el siguiente paso para el gobierno sería interponer una apelación en la Suprema Corte. Pero ésta se encuentra dividida, pues cuenta con tan sólo ocho jueces –cuatro liberales y cuatro conservadores- y no con los nueve que debería. El nominado de Trump para el puesto -Neil Gorsuch- no podrá tomar posesión en tiempo.
Ante el bloqueo del veto temporal, Trump ya anunció nuevas medidas de "seguridad adicional" para Estados Unidos. Afirmó que "haremos algo de manera muy rápida" para la "seguridad adicional" del país. Al ser consultado sobre si firmará una nueva prohibición de viajes, el magnate no respondió de forma directa. "Haremos algo muy rápidamente que tendrá que ver con la seguridad adicional de nuestro país. Lo verán en algún momento de la próxima semana", señaló sin dar detalles, lo que muestra que está preparando otras opciones en caso de que no prospere el veto migratorio.
Clinton: el cinismo sin límites
Hillary Clinton escribió en Twitter “3 a 0”, en alusión a que un panel de tres jueces detuvo el decreto del presidente de los Estados Unidos. Desde la derrota, Clinton estuvo prácticamente fuera de escena, en tanto los principales referentes del Partido Democrata se pusieron al servicio de garantizar una transición ordenada.
Ahora, ante el creciente descontento con la política migratoria de Trump, pretende montarse sobre el movimiento que empezó a emerger en las calles de las principales ciudades de Estados Unidos. Por otra parte, bajo la presidencia de Barack Obama, los demócratas fueron los responsables de casi 3 millones de deportaciones, lo cual muestra el cinismo y la hipocresía de Clinton.
El panorama es de polarización y tensión, pues desde que éste se anunció ha causado un amplio descontento en la población que se expresó en masivas movilizaciones. Que cientos de miles de personas salgan a las calles, y en particular la clase trabajadora estadounidense, a expresar su repudio al decreto puede marcar la diferencia en la situación. | 
