Esta modalidad de contratación no es nueva en el Estado y en las universidades. Son los trabajadores los que peor la pasan en este tipo de modalidades que beneficia a unos pocos e instala la tercerización como modelo de relación laboral. Pierden condiciones de estabilidad y cobran sueldos menores a los salarios de los no docentes.
No hay motivos para que las tareas no docentes sean tercerizadas, teniendo en cuenta que la tercerización es el eslabón más débil para los trabajadores en momentos de ajuste. La universidad tiene que contratar a sus empleados y no a empresas de limpieza que son un gran negocio que se benefician con los aportes recibidos por cada empleado.
Las autoridades deben contratar nuevamente al personal despedido como no docentes de la universidad. Este planteo fue discutido entre los trabajadores en la única asamblea realizada en diciembre por la APUNSAM. Es claramente una preocupación que se hace oír entre los no docentes. El sindicato debería ponerse a la cabeza de la defensa de esos puestos de trabajo y del fin de la tercerización.
A su vez, en el marco de la gran cantidad de despidos que van en curso desde el inicio del 2017, que ya supera los 8000 puestos perdidos solo en el Estado. Es indispensable que en cada lugar de trabajo se convoque a asamblea y los trabajadores discutan la participación en el paro de la CGT, que por cierto está más que atrasado cuando los despidos ya son un hecho. Para pelear contra el ajuste y los despidos como los de AGR, Bangho y cientos de empresas que dejan en la calle a sus trabajadores. Detrás de cada trabajador hay una familia. ¡Familias en la calle nunca más! |