La cumbre de la UCR decidió ratificar “La construcción del Frente Amplio UNEN, redefiniendo su conducción, sus reglas de funcionamiento e institucionalidad”, según reza el documento común aprobado en la reunión que se realizó en la localidad de San Fernando. Reunidos desde las 14 hs. a puertas cerradas en el restaurante Bahía, los radicales discutieron por más de cinco horas el futuro de UNEN, la posición común de la UCR y evitaron formalmente la fractura.

Las conclusiones fueron leídas por el presidente del Comité Nacional y precandidato a presidente, Ernesto Sanz, pasadas las 19 hs., ante los casi 80 dirigentes reunidos. La resolución tomada descarta de plano la idea de un frente común con el PRO, y plantea la unidad radical en torno a asumir el compromiso de respaldar una fórmula presidencial encabezada por la Unión Cívica Radical. El tema es que al menos Julio Cobos y Ernesto Sanz buscan encabezar la formula radical. Y que hasta antes de la cumbre existían tres diferentes estrategias electorales. Cobos pretendía seguir sin sacar los pies del plato en UNEN, Sanz avanzar en un acuerdo para una interna común con el PRO y Morales tentado de acercar posiciones con el Frente Renovador de Segio Massa.

La UCR se valorizó en el seno de la oposición burguesa por ser la única fuerza que tiene para ofrecer una estructura política capaz de encarar una campaña exitosa frente al kirchnerismo y la poca proyección política individual de los radicales a nivel nacional se ve compensada por sus posibilidades territoriales como cabeza de alianzas opositoras que les permitan acceder a intendencias y gobernaciones en provincias como Córdoba, Jujuy, La Rioja, Mendoza, Río Negro, Santa Cruz, entre otras. Macri y Massa, figuras del marketing político con fuerzas territoriales limitadas, deseaban seducir a los radicales para contar con un aparato aceitado a la hora de la campaña y el cuidado de los votos.

Sin embargo, la cumbre no se pronunció abiertamente contra un acuerdo con el PRO o el Frente Renovador. Teniendo en cuenta las posibilidades de la UCR en las provincias, es que la cumbre permitirá a un nivel local lo que en el ámbito nacional, por ahora, rechazan: “Fortalecer la territorialidad de la Unión Cívica Radical. Para ello, las provincias –ejerciendo una autonomía concertada con el Comité Nacional- podrán realizar los acuerdos necesarios para apoyar a las candidaturas radicales a las gobernaciones, al Congreso de la Nación y a las intendencias”. Traducido a lenguaje llano habilita a los radicales del interior a seguir el ejemplo de Aguad en Córdoba acordando con el PRO o el de Morales en Jujuy con Sergio Massa.

A partir de la Cumbre radical, el UNEN logra sobrevida y falta ahora ver si Elisa Carrió profundiza su linea de alianza con Macri y que consecuencia tendrá ello para el futuro de la coalición.

Como se puede apreciar, la UCR tiene un amplio espectro de principios para ofrecer contra el pueblo trabajador y una flexibilidad que al viejo hijo del mazorquero Leandro N. Alem hubiera empujado a la indignación.