Foto de archivo de una huelga en educación: EFE
Contra el tasazo, la LOMCE y la privatización: ¡9 de marzo, huelga general de educación!
En 2017 seguimos asistiendo a una elitización de los estudios que se ha acelerado en los últimos diez años, estructurada en planes como Bolonia o la LOMCE, que conforma una auténtica “década perdida”. Sólo entre 2012 y 2016, 134.000 estudiantes universitarios han sido expulsados porque no pueden permitirse pagar las tasas y miles de trabajadores de los centros educativos han sufrido despidos.
La implantación de la LOMCE con sus reválidas en primaria y secundaria, unida a recortes presupuestarios y despidos, degrada todavía más la educación pública. También en FP la imposición de tasas cada vez más caras, la no remuneración de las prácticas, que se llevan a cabo sin derechos laborales, el traspaso de cursos a la concertada y privada y la creación de FP ad hoc para empresas, suman nuevos ataques a la juventud.
Es en este contexto en el que se lanza la primera gran huelga general estatal en educación del curso, tras varias jornadas de huelga en el sector educativo, como fue la masiva huelga del 26 de octubre que reunió en todo el Estado a cientos de decenas de estudiantes -y en algunas comunidades a profesorado y padres y madres- para decir NO a la LOMCE y el modelo de reválidas; o la huelga estudiantil del 24 de noviembre, además de varias huelgas regionales en otros territorios del Estado, como fueron las jornadas de huelga estudiantil convocada en institutos del pasado 17 de noviembre, o las huelgas que durante el mes de febrero tuvieron lugar en Cataluña, Galicia y el País Vasco. Consideramos que esta huelga podría volver a alcanzar o superar el seguimiento del 90% que tuvo la del 26O y ser una buena ocasión para relanzar la movilización de la juventud.
Este paro en algunas comunidades excluye a sectores como la plantilla no docente de los centros educativos, o deja fuera a los trabajadores de las universidades. Todo ello tras un vacío de cuatro años en los que los sindicatos de trabajadores con mayor peso que componían la Plataforma (CCOO, UGT y STES) se dedicaron a no secundar otras huelgas en educación convocadas por los estudiantes. Esta vez la convocatoria se ha realizado bajo la exigencia del cumplimiento del Pacto de Estado por la Educación, integrado por PP, PSOE y Ciudadanos.
Pero estos grupos solo buscan implantar su propia agenda de recortes y desmantelamiento de la educación pública. Por ejemplo, la propuesta anti-LOMCE de PSOE es el retorno a la LOE de 2006, impuesta por el gobierno de Zapatero en medio de amplias protestas estudiantiles y educativas.
Si lo que se pretende es derribar las reformas que desmantelan los derechos de los trabajadores de los centros educativos y la educación pública, consideramos que es necesario no sólo derribar la LOMCE, sino evitar un retroceso a cualquier reforma anterior en beneficio de los capitalistas, así como superar los encorsetados límites que tendría una huelga diseñada a medida de la aritmética parlamentaria en buena parte gracias al rol de contención de la burocracia sindical.
Por todo ello apostamos por poner en pie un movimiento obrero y estudiantil combativo, independiente del Estado y sus instituciones, que pelee por limpiar los sindicatos de burocracia y organizarse de forma democrática y de base codo con codo, la juventud y la clase obrera.
Contra toda lógica desmovilizadora, planteamos volver a llevar la lucha a las calles junto a la juventud que empieza a organizarse. Estamos convencidos de que solo la más amplia unidad entre el conjunto de los sectores que componen la comunidad educativa será capaz de avanzar hacia una huelga general de educación, necesaria para tumbar las sucesivas reformas educativas y los años de ataques a la educación pública. Pero para lograrlo es imprescindible exigirles a los sindicatos mayoritarios la defensa de la educación pública, que señalen a los responsables de los recortes aplicados durante toda una década y se propongan recuperar el camino de la movilización.
De igual manera, los partidos que desde el Parlamento como Unidos Podemos que están hablando de retomar la lucha para revertir lo perdido en los últimos años, en este caso en materia educativa, deberían poner sus posiciones institucionales al servicio de desarrollar una movilización de este tipo, y no solo el apoyo a las convocatorias limitadas que proponen las direcciones sindicales.
Un buen momento para empezar es la próxima huelga estudiantil del 9 de marzo, teniendo en cuenta que es necesaria una escalada de movilizaciones para que la protesta no desaparezca entre una convocatoria y la siguiente. Pero esto sólo se podría conseguir y mantener con una política de organización y coordinación con el resto de los sectores en lucha.
Desde la red de agrupaciones que integramos Armas de la Crítica en Madrid, la agrupación No Pasarán en Barcelona y el Sindicato de Estudiantes de Izquierdas en Zaragoza, creemos que es necesario poner en pie agrupaciones estudiantiles combativas, anticapitalistas, antipatriarcales, antirracistas y en la perspectiva de la unidad obrera y estudiantil. Por eso llamamos a las y los jóvenes a construir un movimiento estudiantil que pelee por los derechos de todos los sectores oprimidos y a marchar a nuestro lado el próximo 9 de marzo, para reivindicar la necesidad de la unidad entre estudiantes de todas las etapas y trabajadores, para luchar por derribar las reformas de estos gobiernos al servicio de los capitalistas y conquistar una educación verdaderamente pública, gratuita y de calidad. |