Foto: sitio de diario Los Andes.
Debido a que la suma de $ 350 millones que se debían acreditar en la cuenta de la Asociación del Fútbol Argentino no ingresó, la situación se agrava a días del anunciado retorno del fútbol argentino. Los futbolistas profesionales de distintos clubes reclaman salarios adeudados por un monto aproximado a los $ 500 millones. Aunque los fondos por el fin del FPT no alcanzan a cubrir esa deuda, y pese a que también tienen que entrar cerca de $ 40 millones más por parte del sponsor del torneo (la petrolera Axion Energy), ese dinero hubiera aliviado la situación como para destrabar lo que ya se consolida como un hecho: habrá paro de futbolistas este fin de semana, declarado por la Futbolistas Argentinos Agremiados y la pelota no rodará en ninguna cancha del país.
Las causas por las que se trabó ese depósito se desconocen: por un momento se sospechó que se debía a una medida cautelar presentada por la legisladora Graciela Ocaña contra el programa FPT. Pero la jueza María Romilda Servini de Cubría aseguró que no hubo ni habrá ningún tipo de traba judicial. Pero por lo pronto en el Boletín Oficial ese pago aún no está anunciado.
Según diversas fuentes la demora se debe a detalles burocráticos administrativos, falta de firma de documentos, etc. Así las cosas, hasta el viernes ya es seguro que no ingresará la plata y los clubes no llegarían a tiempo a comenzar a ponerse al día con los jugadores.
Visto el panorama, dirigentes de peso de AFA (Pablo Toviggino por la Comisión Normalizadora, Daniel Angelici de Boca, Claudio Tapia como representante del Ascenso, Carlos Montaña por Independiente y Nicolás Russo de Lanús) le anticiparon al titular de Agremiados, Sergio Marchi, que apelarán al Ministerio de Trabajo para que dicte conciliación obligatoria. Pero Marchi ya anunció que en ese caso la entidad gremial no acatará la conciliación. Habrá paro igual.
“No hay chance alguna de que arranque el fútbol”, explicó el gremialista, a la vez que se mostró con la esperanza de que para el fin de semana siguiente –del 10 de marzo- ya esté resuelto el conflicto. Pero los dirigentes presionan para comenzar ahora y si FAA no cede amenazan con que serán ellos los que para el 10 de marzo paralicen el fútbol con un lock-out.
La situación sigue trabada, la pelota también. El partido lo pierden los protagonistas: los futbolistas, que no todos son millonarios y subsisten de su salario por jugar. |