La presidenta de la Reserva Federal estadounidense (FED), Janet Yellen, dijo que un aumento de la tasa de interés "probablemente sería apropiado" en la próxima reunión del banco central de Estados Unidos si el empleo y la inflación siguen satisfaciendo las expectativas de los funcionarios. Éste fue el contenido del mensaje que dio en la Conferencia del Club de Ejecutivos de Chicago.
Yellen considera que se está cerca de los objetivos primordiales de la administración estadounidense (avance hacia el empleo pleno e inflación anual del 2%). Según afirma la funcionaria, no se perciben acontecimientos que pudieran empeorar las proyecciones económicas. Así, concluyó que "el proceso de retirada del estímulo, probablemente no sea tan lento como el que se produjo en 2015 y 2016".
De acuerdo con esto, el próximo 10 de marzo marcaría el rumbo de la próxima reunión de la FED que a mediados de marzo decide si hay alza o no de la tasa de interés. Ese día se publica el informe del desempeño del empleo y los economistas esperan que sus resultados confirmarán la creación de 190 mil empleos durante el mes de febrero. La mayoría de los funcionarios de la FED se están pronunciando en el sentido de aumentar en marzo este indicador fundamental para el sistema crediticio en EE. UU., y para los inversionistas de las Bolsas de Valores.
Una buena noticia para el capital financiero, cuyos rendimientos aumentarían con el incremento de la tasa de interés de la FED y que, por otra parte, coincide con los lineamientos del gobierno de Trump de redireccionar la inversión financiera a la economía estadounidense, a pesar de que Yellen aclaró que sus expectaivas nada tienen que ver con ello y que la decisión de la FED se corresponderá "con las condiciones económicas actuales".
Una mala noticia para la economía mexicana pues dicho aumento podría desviar hacia Estados Unidos miles de millones de dólares en Inversión Extranjera Directa, de la cual la economía es fuertemente dependiente. Razón por la cual el Banco de México se verá obligado a ajustar también su tasa de referencia, para hacer más "competitivas" las tasas de interés mexicanas.
Así, mientras las empresas radicadas en México se verán en la necesidad de asumir financiamientos más caros, la población en general será la perjudicada por estas medias pues los empresarios no dudarán en trasladar dichos aumentos a los artículos de consumo y de sectores clave como el de la venta de automóviles y vivienda. |