Miguel tuvo un infarto cardíaco en la Concentradora 2, un punto intermedio entre la mina y la planta molibdeno, a solo 48 horas de haber recibido buenas noticias en los exámenes de salud de la empresa.
En la Concentradora 2 se utiliza el reactivo sulfhidrato de sodio, conocido como NaSH, según testigos que presenciaron la muerte del trabajador y que dieron su testimonio a la revista Proceso, el primer trabajador en atender a Miguel, se desvaneció producto de la concentración de gases sulfhídricos.
Trabajadores comentan que la muerte del minero es el corolario de una serie de incidentes dentro de la mina.
Los familiares de Miguel, denuncian una serie de irregularidades en el proceso por clarificar la muerte del minero, desde la elaboración de la autopsia hasta el rol de las autoridades locales que denotan el silencio en favor de la minera propiedad de Grupo México.
La mina Buena Vista del Cobre no solo se ha cobrado la vida de mineros, sino que es culpable del derrame de 40 millones de litro de metales pesados y tóxicos que se regaron en los ríos Sonora y Bacanuchi, cuestión que afecto a poco más de 22 mil pobladores.
Los obreros seguimos muriendo en nuestros trabajos
La estela de muerte e impunidad de Grupo México sigue a la par de que Germán Larrea, presidente de la empresa, llena sus bolsillos de ganancias manchadas con sangre minera.
Los accidentes laborales que a diario se cobran la vida de decenas de obreros no son casos extraños. Recientemente se cumplió un año de la trágica muerte del obrero Tadeo de la empresa Mazda, al caerle un rollo metálico de varias toneladas. Como en todos los accidentes laborales que se cobran la vida de los obreros, el cinismo de las patronales no se hace esperar y ofrecen migajas a sus familiares.
No es reciente la muerte de mineros en Buena Vista del Cobre, el 3 de mayo del año pasado murieron tres trabajadores aplastados por un vehículo de alto tonelaje, los mineros denuncian que desde el incidente de 2006, cuando Grupo México vertió millones de litros de metales tóxicos a los ríos, sus condiciones de trabajo han ido a la baja, a tal grado de que denuncian jornadas laborales de 12 horas.
Frente a las atrocidades de la patronal minera de German Larrea es necesario que los obreros se organicen y luchen con el paro como su principal herramienta para conseguir verdaderas condiciones de seguridad, gestionadas por ellos mismos, para que los patrones no tengan la ligereza de ignorar las muertes y hacer todo lo posible porque pasen desapercibidas. |