Hace tiempo que el hospital, ubicado sobre las calles 1 y 69 de La Plata, tiene problemas edilicios, presupuestarios y de falta de insumos que ponen en riesgo la salud de los trabajadores y pacientes. Pese a los reclamos de los trabajadores, el gobierno provincial mira para otro lado.
Esta vez las consecuencias de la desidia las vivió María Alejandra Décima, una enfermera del hospital, que tras haber llevado pacientes al segundo piso, se quedó atrapada en el ascensor de maternidad. Luego de pedir ayuda durante varios minutos, intentó abrir la puerta y recibió una fuerte descarga eléctrica que la arrojó contra una de las paredes, dejándola con una mano negra, fuertes dolores y paralizada. Finalmente, Alejandra fue socorrida y trasladada a la sala 10 de cardiología donde se encuentra monitoreada.
“Ayer ingresé al hospital a las 11:48 hs. y alrededor de las 12:40, tomé el ascensor de maternidad hacia el segundo piso, porque llevaba 3 pacientes para internar. Las dejé y al ingresar nuevamente al ascensor, quedó trabado. Ante mis gritos de desesperación, pasó un compañero e intentaron ayudarme tratando de abrir la puerta, pero no se pudo. Entonces intenté abrir la puerta yo. En ese momento se me puso todo negro, evidentemente fue la descarga eléctrica”, relató Alejandra.
“Hasta este momento nadie se hizo presente, ningún directivo, solo vinieron de seguridad operativa para preguntarme cómo habían sucedido los hechos. Me comentaron no estaban al tanto de lo sucedido y se habían enterado hoy por los medios”, agregó Alejandra.
“Les comenté que el piso del ascensor es de chapa, siempre tuvo goma pero desde hace unos meses se la sacaron y lo dejaron así. Me reconocieron que eso no era acorde, que estaba mal y que iban a reverlo. Después no apareció nadie, ni de personal, ni de dirección, ni de los sindicatos”.
“Más allá del mal momento que pasé tanto yo como mi familia, espero que esto sirva para que reflexionen sobre la decadencia del hospital, que no es de ahora sino desde hace más de 10 años y los que trabajamos acá hace más de dos décadas sabemos cómo fue evolucionando. Espero por los pacientes y por nosotros los empleados, que haya un cambio”, concluyó Alejandra.
A un día del 8M, a los trabajadores de la salud le sobran los motivos para parar, luchar y organizarse. El gobierno tiene que dar una respuesta y los sindicatos tienen que tomar medidas contundentes. “El mísero presupuesto no alcanza y la situación es desesperante. En el paro de mañana, uno de los reclamos es por la salud pública, pero no por la condición en la que se encuentra. Sino por la salud por la que peleamos para el conjunto del pueblo trabajador que asiste y por nuestros derechos como trabajadores", señalaron desde la Agrupación Bordó. |