El video donde vemos a Esteban Bullrich jactándose de su “estrategia” para aplicar el ajuste y derrotar resistencia es elocuente. Desprovisto de marketing y con total sinceramiento tira las coordenadas de “ataque múltiple” para que el resultado final sea siempre un avance, mayor o menor (pero avance al fin) sobre las conquistas de los trabajadores. Muchos trabajadores de base que la pelean desde abajo en sus empresas se habrán percatado que aquello que esgrimía el estratega Bullrich no era tan novedoso. Sucede que los trabajadores que están al frente de la resistencia contra los planes de ajuste viven el “asedio múltiple” de patronales que no cesan en su intentona por derrotar la resistencia obrera. El gobierno CEO vino a darle rienda suelta al imaginario patronal de ataque a gran escala. Pero la estrategia de “ataque múltiple” se vio limitada por estos días ante “la defensa múltiple” de las fuerzas vivas en acción: el movimiento de masas de trabajadores irrumpió por primera vez. Una seguidilla de acciones, con movilización y paro, pusieron el limite al ataque múltiple. Dejando en claro que sobra capacidad y fuerza para resistir. Mejor aún, sobran fuerzas para derrotar los planes del gobierno CEO, pero para ello la clase obrera debe dotarse de su propia estrategia. La consecución de paros y movilizaciones, estuvo lejos de ser la respuesta premeditada de los caciques sindicales, muy por el contrario, fue a pesar de ellos. La contundencia del paro docente; el paro de mujeres y la vigorosa vigencia de su reclamo; la poderosa movilización obrera, el atril, el palco. Todas secuencias que se concatenan objetivamente y se transforman en unidad toda vez que tiene como único destinatario del reclamo al gobierno CEO. Así las cosas podríamos concluir: “Macri lo hizo”. Veamos.
No hubo voluntarios rompehuelgas simplemente porque no había. La osadía de Vidal pretendiendo vía Twiter quebrar una huelga es un hándicap en favor de los docentes porque cuando se subestima al trabajador quien saldrá ganando es el trabajador. Así fue. Al menos en el primer round. La movilización docente no hizo más que ponerlo de manifiesto. La huelga educativa es, valga la redundancia, educativa. Más allá de los docentes, millones de trabajadores observan los vericuetos de una puja cuya resultado terminara definiendo sobre el bolsillo de millones de trabajadores sin portación de guardapolvo.
En plena continuidad se movilizaron los trabajadores enrolados en la CGT y demás. Quienes caminamos por aquel hormiguero obrero sin poder llegar al palco, sospechamos por la presura del triunvirato en esgrimir los discursos. Pareciera que los hombre del triunvirato se mimetizaron con el formato comunicacional del macrismo: en la previa jugaron con la idea del anuncio de paro (una y mil veces). No tienen palabra. No, no la tienen. Y eso cae mal. Y ellos lo saben. Cuestión de códigos, quizás. Más de uno se sintió traicionado. Aquello sucede cuando dirigen traidores. La exigencia de fecha para el paro se generaliza en la muchedumbre. Aparece entonces la postal de los burócratas asustados, con miedo a sus propias bases. Protegidos por patovas (cuyo fisonomía es similar al que portaban los asesinos de Mariano). Se torna auspicioso que aquella postal haya arrancado millones de sonrisas en el pueblo trabajador. Sin temor a exagerar, podríamos decir que la escena del vapuleado atril genero tanta simpatía como el reclamo de un paro nacional. Los descalzados burócratas, enquistados por décadas en los sillones y llenos de guita, también subestiman al obrero. Pero cuando se pasa del obrero a cientos de miles de obreros entonces la cosa cambia. Porque ya no es el obrero, sino la clase obrera que se reconoce como tal cuando se moviliza. Cuando se transforma en fuerza viva. El triunvirato acelero su decadencia. Será cuestión de tiempo la retirada. Perder el palco. Eso sí que se paga.
Paro internacional de Mujeres. Aquella consigna por si misma decía mucho. La opresión de género no reconoce fronteras. Quien escribe tuvo el privilegio de vivir la jornada de cerca, en aeronáuticos y en el sector que trabajo en particular la enorme mayoría son mujeres. La jornada fue el coronario de la seguidilla que venimos describiendo. A juzgar la más profunda y tonificante en el andarivel de las conciencias colectivas el movimiento obrero. El movimiento de mujeres en Argentina, desde aquella potente movilización por “Ni una menos” tiende a ser antagónico con la promoción corporativa y parcial de los sindicatos. Que maravilloso es ver a mis compañeras (y a las mujeres todas) superando la esfera económica y reivindicativa. Asumiendo y defendiendo el género femenino contra la opresión machista de quienes dominan. Contradictorio. Claro está. En especial cuando se hace uso de la simbología de manera hipócrita y cínica. Desde un principio las compañeras tuvieron claro que aquella contradicción debía encararse superando la noble pero elemental simbología. Paro internacional de mujeres. Al paro vamos. Que la tierra tiemble pues. La cosa recién empieza y quizás la tierra no tembló aun. Pero cerca nuestro, los gerentes, burócratas y algún machito resentido sí que temblaron. Hacer efectivo el paro era menester para dejar claro que la cosa no termina en un cartel. La enorme movilización de mujeres decanto consignas que pusieron en evidencia de manera clara y nítida la continuidad con los sucesos previos. La fuerza de la coyuntura impuso que el 6, 7 y 8 se entrelazaran. “CGT ustedes nos paran, las mujeres si”. Aquella consigna abre ventanas y pistas de clase para abordar la cuestión de género con la perspectiva de lucha y en especial para una salida de fondo.
Las fuerzas vivas en acción contra el gobierno. Subyace en la idea del paro general la idea de la huelga general. En algún punto del imaginario colectivo existe el anhelo por demostrar quien tiene el verdadero poder. La concatenación “objetiva” de los sucesos supero a las cúpulas de dirigentes vendidos. Un verdadero laboratorio de la acción y conciencia del pueblo trabajador es lo que vivimos en estas maravillosas jornadas.
Mientras terminamos la última de las jornadas, me llega por la redes la noticia sobre el brutal asesinato de una compañera travesti en Brasil. La molieron a golpes hasta matarla, con una crueldad indescriptible. Aquella terrible y triste noticia no hace más que afirmar que dotarnos de una estrategia propia e independiente es una necesidad contra la barbarie, una cuestión que por momentos se torna de vida o muerte.
Nuestra organización se propone como parte de su estrategia hacer consiente, mediante un programa, del poder que tiene el pueblo trabajador, la juventud y las mujeres cuando se unen y organizan. Un poder que merece ser ejercido para defendernos y resistir, pero en especial para dirigir nuestro propio destino. A la estrategia Bullrich antepongamos una estrategia obrera y revolucionaria. Que tiemble la tierra. |
