Foto: PsoeAndalucía.Com
Este fin de semana fue de superación para la formación de la rosa. Pedro Sánchez realizó un acto en la capital gaditana llenando las instalaciones del Palacio de Congresos y Exposiciones. Patxi López, el tercer aspirante, ha realizado otro acto esta vez en Getafe, Madrid. Para no ser menos, Susana Díaz, que corre con el caballo del comisario, dejó filtrar que anunciará el 26 de marzo su candidatura.
López busca la unidad del PSOE
Patxi López apeló a buscar la unidad del PSOE, luego del golpe de estado de octubre. El candidato vasco busca un espacio en el centro, un espacio bisagra entre la “izquierda” de Sánchez y la ortodoxia de Susana Díaz. Se propone como el candidato que podría generar consenso entre ambas alas. Veremos si será capaz de lograrlo.
Para ello propone que, si ningún candidato obtiene al menos el 50% de los votos, que se realice una segunda vuelta entre los dos más votados. Quien fuera elegido Lehendakari con el apoyo del Partido Popular, busca un espacio entre la derecha que apoya al PP y la izquierda minoritaria y radical vinculada a Podemos.
La apuesta de Sánchez
Pedro Sánchez fue a disputar el voto de los militantes a Andalucía, donde gobierna Susana Díaz. Desde Cádiz planteó que "vamos a darle la vuelta al PSOE con los votos de los andaluces". Remató con “Hay que elegir entre un PSOE que apoya a Mariano Rajoy o entre nosotros". Sánchez insiste con la derogación de la Reforma laboral, de la LOMCE y la revisión del Pacto de Toledo.
Con un discurso con gestos de izquierda apela a ganar la base socialista. Sánchez destacó "que no proponemos ningún giro a la izquierda, lo que proponemos es que el PSOE vuelva a serlo". Este discurso seguramente resulta más atractivo, como se puede ver en las encuestas, ya que le dan un 44% de los votos al ex Secretario general.
La elección de hacerse fuerte en Andalucía no es casual. Las fuerzas sanchistas aspiran a ganar cuota de poder en el próximo congreso socialista de la región y ponerle palos en la rueda a Susana Díaz, en su carrera a Ferraz. Esta batalla dista mucho de ser entre la izquierda y la derecha. No debemos olvidar que Sánchez había llegado a un acuerdo con Ciudadanos, la marca blanca del PP, para gobernar el Estado.
Cómo afecta esto al Gobierno de Rajoy y al régimen del 78
Estas oscilaciones en la interna socialista no se quedan puertas adentro de Ferraz. Prometen tener réplicas más o menos inmediatas. En primer lugar, ya están afectando la gobernabilidad de Mariano Rajoy. Este afronta un duro frente de batalla para convalidar el decreto de la estiba en el Congreso de Diputados. La Gestora socialista no está en situación de seguir manteniendo la buena sintonía con el PP.
Otro frente que se abrirá en breve, será la aprobación de los presupuestos. Para mayo se deberá votar en el Congreso de los Diputados las enmiendas para totalidad. Pero ese mes será el de mayor voltaje por la carrera a presidir la formación de la rosa. Lo cual hará que el PP deje de lado la fórmula de la investidura y deberá buscar una alianza más compleja e inestable sumando a Ciudadanos, el PNV, Coalición Canaria. Aunque parezca que el Régimen goza de buena salud, a cada paso tiene que resolver problemas por la grave crisis del PSOE.
Aunque el PSOE logró mantener el orden en Ferraz, gracias a un golpe de estado interno, la crisis sigue subyacente. Si la Gestora y el PSOE continúan con la política de colaboración con Rajoy, la formación socialista verá que la “rosa” acabará por marchitarse definitivamente. Si el PSOE busca la colaboración con Podemos existe la posibilidad de sobrevivir, aunque es posible que la rosa se haga morada.
Este es el dilema de la formación socialista. Sea como sea, esa “rosa” hace mucho tiempo que no es obrera ni socialista, sino que está al servicio del Régimen del 78 y los empresarios del Ibex. Gane quien gane en esta interna, no habrá solución alguna para el paro, la precariedad y los graves problemas sociales de los trabajadores y el pueblo. |