Según un video que circula en redes, Antonio Tizapa, padre de uno de los 43 normalistas desaparecidos, es el hombre que se acerca a la camioneta que transportaba al líder del Movimiento Regeneración Nacional (Morena) para hacerle unas preguntas, a lo que el político le llamó “provocador”.
En entrevista con el periodista Ciro Gómez Leyva, Tizapa afirmó que “en ningún momento lo he sido (un provocador), ustedes se dan cuenta de lo que nosotros hacemos acá, en Nueva York, con parte de la comunidad mexicana y personas de otros países que se han unido a la exigencia de nuestros hijos”.
Tizapa preguntó: “¿Qué harían ustedes si tuvieran un hijo desaparecido, o una hija? Es algo que no quiero saber, es algo que no quiero escuchar, porque no quiero que ustedes estén en los zapatos de uno”.
Señaló que “cada padre está haciendo todo lo que puede, de acuerdo a sus posibilidades, por encontrar a nuestro hijo”.
Más tarde concurrió al mitin del líder del Morena, Andrés Manuel López Obrador, donde exhibió fotografías que muestran los vínculos del tabasqueño con algunos de los responsables de la masacre de Iguala del 26 de septiembre de 2014.
Concretamente, se trata de fotografías donde López Obrador posa junto al
perredista Ángel Aguirre -gobernador de Guerrero cuando militares y policías atacaron y desaparecieron a los normalistas de Ayotzinapa en septiembre de 2014- y otra donde aparece con José Luis Abarca, alcalde de Iguala, también llegado al poder como parte del PRD y vinculado con la desaparición de los normalistas.
El escándalo de Nueva York se dio en un momento en que la prensa nacional e internacional da cuenta del fortalecimiento del Morena hacia las elecciones
presidenciales de 2018, que ha generado ilusiones en sectores de la clase
trabajadora y la juventud.
La acusación contra uno de los padres de Ayotzinapa no es casualidad. Entre fines de 2014 e inicios de 2015, cuando el gobierno de Peña Nieto enfrentó la aguda crisis desatada por la desaparición de los normalistas, cientos de miles de personas tomaron las calles en todo el país clamando por la aparición con vida de los jóvenes y repudiando a los partidos tradicionales –PRI, PAN y PRD.
En ese momento, en vez de impulsar la movilización –de la que eran parte muchos de sus simpatizantes– la salida propuesta por López Obrador fue llamar a elecciones anticipadas para reformar un régimen irreformable, coludido con los cárteles del narcotráfico y aplicador de los planes del imperialismo estadounidense.
Así, el líder del partido autodenominado la “esperanza de México”, coadyuvó a desgastar el movimiento y a solapar a los partidos de los empresarios.
Hoy Andrés Manuel López Obrador (AMLO) convoca a renombrados personajes del PRD -uno de los responsables políticos de la masacre de Iguala y de la desaparición forzada de los 43 normalistas de Ayotzinapa, junto con el PRI y el PAN- para que se integren a su partido y a su campaña hacia las elecciones presidenciales de 2018.
Toda una contradicción: los convocados son parte de la mafia del poder que AMLO dice querer combatir. |