Estimadxs docentes:
Ante la problemática política-económica-social de nuestro país, me dirijo a ustedes con el fin de presentarles mi apoyo ante los ataques que sufren de la opinión pública, los enfrentamientos contra las burocracias sindicales, contra los gobiernos capitalistas de turno que adormecen la educación, la vacían, la matan, la secuestran, la prohíben… esa educación, que tanto nos cuesta a estudiantes como también a ustedes los trabajadores y trabajadoras de la educación.
Se escuchan muchos comentarios, comentarios que no lo tienen con aquellos que deciden, no lo tienen con los funcionarios, no lo tienen con el Ministerio de Educación, no tienen esa opinión cuando las prioridades que la sociedad industrial, la iglesia, los empresarios y los gobiernos de turno ‘’vierten’’ en la construcción de un currículo que diagrama los contenidos educacionales. Pero sí con los que educan.
Ahora esto es importante: educar, esa palabra que tanto se ofrecen a usar aquellos ‘’opinologos’’ de la lógica, esa palabra que tanto se pronuncia entre las lenguas más poderosas e infectas de la clase dominante. Educar no es enseñar modales, educar es enseñar a ser libres de pensamiento, libres de opresiones, críticos y emancipados de la sumisión de la razón impartida por los sistemas de educación, que quieren a un educando dócil, dentro de aulas conteiner, donde ahí, esa palabra: educar, es tan importante. No quieren a las y los docentes luchando por su salario y mejores condiciones de enseñanza, no quieren a las y los docentes luchando por la educación pública, quieren a docentes al igual que a los y las estudiantes: oprimidos, conformes, callados…
Políticos con salarios exorbitantes opinando que ustedes, aquellos que llevan guardapolvos, morrales, maletines, mochilas, cartucheras, llenas de sueños y conocimientos deben ganar lo que ellos le dan, las migajas, del pan que no comparten, pero que lo usan para alimentar a cuervos, corruptos ladrones del pensamiento, corrompidos corazones que se atreven a embestir con sus picos negros de augurio ajustador… Las burocracias sindicales, los bloques empresariales, la Iglesia, el Estado mismo: se visten de cuervos mientras paralelamente los y las docentes trabajan y trabajaremos de espantapájaros.
Por eso es así que cada vez que los espantapájaros de la razón, de la libertad, de la enseñanza salen a luchar contra el opresor, por un mundo mejor, estaremos ahí juntos, juntas, todos, para defender la educación, para defender los sueños, para defender los conocimientos, para defendernos de la ignorancia que nos tapa la conciencia.
Atentamente, Mauricio Ortiz, un futuro docente. |