Durante los primeros días se tiraban la pelota entre la intendencia, el ministro de Seguridad provincial, Cristian Ritondo y Chacal Producciones. En ese contexto el silencio del Indio no sorprende pero tampoco ayuda.
En el ojo de la tormenta está Ezequiel Galli, quien espera que pasen los días para ser interpelado por el Concejo Deliberante de Olavarría, donde no tiene mayoría.
La responsabilidad que va desde el Gobierno provincial hasta el municipal es clara. Y acusando recibo de las innumerables críticas, ya se tomó la primer decisión.
El intendente le pidió en la tarde del viernes la renuncia al jefe de Gabinete de Olavarría Jorge Larreche. Aunque ese funcionario ni pinche ni corte, el gesto se vio como una consecuencia directa de lo ocurrido el pasado fin de semana en el recital de Solari.
Cabe mencionar que luego de que Galli ganara las elecciones en diciembre de 2015, Larreche dijo que "dada la relación casi familiar que tengo con Ezequiel, porque su padre era casi como mi hermano, logré convencerlo a Emilio (Monzó) y le digo ’éste es el candidato para Olavarría’".
Según el propio mandatario, Larreche era uno de los que con anticipaba que habría 350 mil personas en el show de Solari. Entonces la pregunta es sencilla: ¿por qué no se hizo nada?
Mientras tanto, Susana Alonso, la fiscal del caso empezó a analizar con más detalle la permisividad que la administración tuvo para con la productora a cargo del espectáculo, puesto que el show que con más de 400 mil asistentes -según Ritondo- tuvo más del doble de la capacidad permitida.
Esta decisión es un parche a una serie de medidas que seguramente intentará “salvar” las responsabilidades del Estado, señalar como única responsable a la productora y apuntar contra los miles de jóvenes que en Olavarría querían divertirse. |