"Tus manos latiendo, que piden siempre a gritos la voz. El Chaltén, soy Newen", dice una de las oraciones del tema "De vuelta al frío". Tema que el joven músico Lisandro Aristimuño eligió para apoyar a la obreras de la Textil Neuquén durante una de sus presentaciones en el Teatro Español.
Y aunque estemos lejos del cerro Chalten, el gesto del artista aporta mucho "newen" (fuerza) y ayuda a nacionalizar un conflicto muy duro que tiene como principales protagonistas a 36 trabajadoras textiles, que desde hace más de 45 días pelean y resisten por sus puestos de trabajo en la fábrica del parque industrial de Neuquén
Ante un teatro lleno, el músico dijo, "ahora si me permiten me voy a tomar el atrevimiento de abrir una bandera que me trajeron hoy a la tarde y que la veamos todos juntos".
Durante un momento, los aplausos de una sala repleta no fueron para una pieza musical, fueron para la heroica lucha de obreras textiles, invitadas al concierto por el músico.
En momentos donde la discusión del arte por fuera del artista es cuestionada, Lisandro Aristimuño arroja argumentos para pensar el arte para qué.