Mujica viene sosteniendo en distintas declaraciones y entrevistas que por una cuestión de edad no buscará ser el candidato del Frente Amplio en las próximas elecciones. Sin embargo, mantiene un lugar significativo como dirigente del FA con capacidad de dialogo con los demás partidos políticos, rol que es muy importante en momentos en que el gobierno ha perdido la mayoría en la Cámara de Diputados y necesita apoyo de la oposición para aprobar leyes o propuestas. Sus movimientos incluso logran en ocasiones generar rispideces en los demás partidos y acentuar diferencias entre líderes opositores.
Sus reuniones con dirigentes de distintos partidos y empresarios son una costumbre de hace años. Varias encuestas nacionales lo ubican prácticamente con 50% de popularidad, por encima de todos los demás representantes políticos del Uruguay. Con estas mediciones es difícil creer que no será candidato del oficialismo.
Reunión con intendentes
La semana pasada se concretó en el Departamento de Soriano el asado con intendentes y ex intendentes de todos los partidos que Mujica había propuesto a fin de año al ex jefe departamental Guillermo Besozzi del sector Alianza Nacional del Partido Nacional.
Planteado como un encuentro “informal”, al decir del actual legislador blanco se trató de “una reunión de amigos en la que también se habló de política”; “una reunión de personas que en algún momento tuvieron que trabajar juntos y ahora siguen en lo mismo”. Participaron entre otros Artigas Barrios y Marcos Carambula del FA y Sergio Botana, Omar Lafluf, Walter Zimmer, Wilson Ezquerra, Bertil Bentos del Partido Nacional. Mientras tanto el sector Todos que dirige Luis Lacalle Pou decidió no concurrir.
Durante su presidencia Mujica logró algunos acuerdos importantes con los intendentes superando las fronteras partidarias y generando una imagen de un político con quien se puede negociar o hacer acuerdos puntuales. El fin de la guerra de las patentes, transferencias de dinero del gobierno central hacia las intendencias o acuerdos sobre caminería rural fueron algunos de estos acuerdos productos de la buena relación que logró Mujica con algunos referentes de la oposición.Fue el propio Besozzi quien también a mediados de año facilitó una reunión de Mujica con productores rurales de Dolores para hablar sobre comercio y política exterior.
El ex presidente en su momento generó puntos de vista contrapuestos en el Partido Nacional entre los seguidores de Larrañaga (más propensos al dialogo) y los de Lacalle Pou (oposición más dura) que se reeditaron en ocasión de la invitación de Mujica a compartir el asado.
Tener un discurso “anti-consumismo” y ser de confianza para empresarios
Su impronta humilde, su pasado guerrillero y su discurso crítico con el consumismo de las sociedades capitalistas lo han convertido en un referente para miles de personas en todo el mundo. Llena auditorios en América Latina y Europa, tiene emisiones radiales en Uruguay y Alemania, audiovisuales en distintos idiomas, menciones y elogios de distintos sectores sociales, de sectores de la vieja política y de la elite mundial como el reciente fallecido Rockefeller, así como jóvenes participes de movimientos sociales. Es recordado a nivel internacional por ser el presidente durante la aprobación de la ley que regula la venta de marihuana (aún sin implementar en su totalidad). ¿Si es crítico de las sociedades capitalistas, por qué lo elogian empresarios y sus partidos?
Pese a tener un discurso de “anti-consumo” de las sociedades capitalistas, durante su gestión no tuvo ninguna política que tocara los pilares de la sociedad capitalista, más bien siguió con el mismo esquema económico agro-exportador, favoreciendo a los grandes capitales su llegada al territorio uruguayo, como fue las papeleras iniciadas en el mandato de Vázquez y ampliadas en el gobierno de Mujica.
En varias oportunidades tuvo un discurso de la “cultura del trabajo” con críticas hacia los trabajadores estatales, alegando que tenían muchos beneficios respecto al sector privado. También es recordado por su rol complaciente con los violadores a los derechos humanos durante la última dictadura militar, diciendo públicamente que eran unos “pobres viejitos” y yendo a visitarlos en varias oportunidades ante sus problemas de salud.
Mujica asumió en Uruguay con amplias expectativas de un “giro a izqueirda”. La misma banda presidencial con la que asumió fue donada por los empresarios Fernández, quienes hace casi dos años fundieron la pescadería más grande del Uruguay, dejando a medio millar de familias en la calle, reinvirtiendo sus capitales en energía eólica que actualmente le venden al estado uruguayo (por citar uno de los ejemplos más contundentes de los sectores que apoyaron al FA de Mujica).
En definitiva gobernó sin intentar ninguna medida que tocara los pilares del capitalismo y el consumismo que él mismo critica.
Los puentes a la derecha y los empresarios del ex guerrillero son una muestra clara de que se trata de un dirigente que busca la estabilidad del régimen, sin cambios estructurales, sin “revoluciones” más allá de los lindos discursos. De esta manera se convirtió en una personalidad de confianza para empresarios, logrando dialogar con las expectativas de las masas pero al mismo tiempo contenerlas para no intentar ningún cambio profundo, no vaya a ser que realmente hagan una revolución y se rompan los puentes. |