En el Día Mundial de la Poesía, los poetas mexicanos Guillermo Petrikowsky, César Cañedo, Daniela Birt y David Meza nos comparten algunas impresiones sobre cómo es ser poeta en México.
Con el objetivo de "impulsar los movimientos poéticos regionales, nacionales e internacionales" la UNESCO, desde 1999, avaló la conmemoración del día Mundial de la Poesía, propuesta del editor español Antonio Pastor Bustamante. Por medio de lecturas y actos en distintas ciudades del mundo, la también llamada "Primavera de los poetas" busca celebrar la palabra, las ideas fluyendo a través de imágenes que llegan a nosotros por medio de la poesía.
Nos dimos a la tarea de buscar poetas, poetisas mexicanas, famosos, subterráneos, emergentes, para que nos dijeran, más allá del discurso oficial, en qué situación se encuentra la poesía en México. ¿Cuál es su visión sobre la promoción y fomento de la lectura de poesía? ¿Qué vericuetos han tenido que enfrentar para publicar? ¿les parece que el Estado mexicano - suscrito a los acuerdos de la UNESCO- se preocupa por preservar y difundir la poesía? Desde distintas latitudes, nos comparten su experiencia.
"La poesía no es un territorio para el poder"
El disparo que da nombre a este apartado es de Guillermo Petrikowsky Reyes, poeta oaxaqueño nacido en Ciudad Ixtepec. Guillermo es autor del poemario "Erotomanías" y nos responde, sin rodeos: "los poetas nos rascamos con nuestras uñas". Habitante de Juchitán, Oaxaca, Guillermo, quien ha publicado en el diario Excelsior y en distintos suplementos culturales como el de la revista Siempre, continúa diciendo que "la poesía no es un territorio para el poder. Sólo unos cuantos pueden publicar sus obras en editoriales tradicionales, pero la poesía tiene poco espacio en los libros".
Sobre los espacios en donde pueden los poetas publicar sus escritos, Guillermo menciona las redes sociales. Y es que con la revolución que significaron estas plataformas, no es extraño ver cómo escritores, diseñadores, los mismos diarios, han migrado, valiéndose de blogs y páginas para difundir su trabajo. "Con el Facebook uno encuentra su espacio y acá publicamos periódicamente".
Sin filtros editoriales, sin más límites que los que imponen las reglas comunitarias de Mark Zuckerberg, "alcanzamos más de mil lectores, lo que rebasa una publicación de mil ejemplares que no serán vendidos en su totalidad, con la garantía de que cada poema será leído". El anunciado final de las publicaciones impresas tiene en el caso de la poesía una premonición: "ya no publicamos en bloque, salvo que alguien quiera uno de nuestros libros en PDF".
Este día, los poetas que serán recordados por los grandes medios son quienes por distintas vías conforman el cánon literario. Nos dice "los poetas de fama ya terminaron. El último fue el enorme Sabines" y sobre el controvertido Octavio Paz nos dice que "era promovido por Televisa y por el Estado, pero era de un círculo de puros favorecidos, como buenos defensores del priismo". Y es que en un país en donde la información, la cultura y el entretenimiento se encuentran monopolizados, no puede no mencionarse esto como uno de los factores determinantes para el estado de la literatura en general y de la poesía en particular. "Televisa organizó su nobel a modo, así que los que gustamos de escribir poemas acá los dejamos (en internet)", nos dice.
¿Puede el poeta vivir de su trabajo en México? ¿Puede un músico? ¿Quién puede, que no haya contado con los beneficios de una beca o de un programa, esos nuevos mecenazgos estatales o paraestatales? Guillermo nos responde que los poetas no viven de la poesía, si no que se dedican a otras actividades.
Ante la falta de promoción por parte del Estado, Guillermo impulsa espacios virtuales en donde publica poetas de todo el mundo, tales como el sitio "Solamente poetas" y "las ondas del Parnaso loco". Equipara su trabajo con el que Ezra Pound impulsó la creación de T. S. Eliot y recomienda la lectura de Clyo Mendoza, poetisa oaxaqueña, así como de los zapotecas Irma Yodo, Víctor Terán y Jorge Magariño, de la juchiteca Natalia Toledo, de Lezama. "Somos las voces que solamente se escuchan en estos lares sureños", termina.
"Pienso que a veces no es difícil publicar poesía, sino sostener una voz"
El sinaloense César Cañedo, por su parte, nos cuenta su visión. Doctor en letras por la Universidad Nacional Autónoma de México, es autor de los poemarios Rostro cuir e Inversa Memoria y forma parte de la casa de Vogue House of Apocalipstick.
"En México considero que hay una importante promoción de la poesía, una gran cantidad de encuentros, premios, festivales, grupos, círculos. Tenemos una inmensa tradición de buena y diversa poesía. En general, hay que vivirla para promoverla, a veces llega a ser todo un reto."
El joven escritor habla también sobre las editoriales y el lastre de la burocracia en estos espacios: "Las editoriales de poesía tienen una idea de la poesía, ya sea cerrada o abierta, para todos o para unos cuantos, y a partir de esa idea deciden en general qué publicar. Hay opciones, aunque a veces hay que enfrentarse a ideas encontradas sobre la poesía, a la burocracia institucional."
Promotor él mismo de literatura, dirige el Seminario de Literatura Lésbico Gay que tiene lugar en la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM. En su experiencia para publicación, nos cuenta que "hay varias vías, la institucional, la comercial, la independiente, pienso que a veces no es difícil publicar poesía, sino sostener una voz, construir un público, dialogar y compartir tu relación con la poesía como poeta, esos retos me parecen más sustanciales."
"Hay muchos circuitos autosugestionados, grupos que generan espacios para intercambiar poesía, eso me parece más atractivo que lo que hace el Estado, ya que en general promueve una idea de la poesía más elitista, que no genera un público muchas veces, o genera un público muy limitado porque a veces pareciera que sólo se crean apoyos para demostrar que los hay. Por eso me gusta más la poesía como comunidad, como amistad que se prodiga y expande fuera de las instituciones, aunque reconozco por supuesto la utilidad y el aprovechamiento de las oportunidades que brinda el Estado".
Daniela Birt: el mundo de la poesía vive en el olvido
Daniela, escritora, traductora y reseñista, sin rodeos, nos dice que a su parecer "a la prosa se la hace mucho caso porque su lectura es directa, no requiere de la interpretación significativa de la poesía, por lo que acceder a este mundo se vuelve más complicado para un público que no está acostumbrado ni familiarizado con ella".
Autora del poemario Bianca y los monstruos, publicado en 2016, habla sobre los problemas a los que los escritores deben enfrentarse si quieren ser impresos y difundidos: "ya sea en México o en otros lugares, la poesía es difícil y como no es el mejor producto para vender de las editoriales, su publicación también es difícil. Creo que en general es complicado llegar a publicar en una editorial grande. Porque su intención total es vender libros, no que la gente lea."
Birt coincide con nuestros dos poetas anteriores en que la poesía no vende "pero sí se lee", aclara. Nos explica cómo es que la poesía "tiene varios círculos por los que ronda y a mucha gente le interesa o que se está haciendo actualmente".
Sobre la difusión de la poesía, la poeta señala que a pesar del interés, la información sobre lo que se está haciendo no tiene gran alcance. Aguda, termina comentando que "la poesía actual se hace más en los festivales y en medios digitales que en las editoriales. Uno tiene que volverse muy popular para que lo publique Conaculta o el FCE. Y casi siempre es por medio de contactos. De tener palancas o los amigos adecuados."
La brujería de los lectores y la hechicería de los escritores
David Meza es quizás uno de los poetas más importantes de los últimos años. Autor de El sueño de Visnu, su poesía ha dado la vuelta al mundo despertando en todo el que lo lee la misma deslumbrada opinión que lo coloca como uno de los más prometedores escritores mexicanos.
Sobre la poesía, arranca, muy a su estilo: "Hay dos momentos necesarios para la poesía: cuando se levantan los poemas de los libros, y cuando los poemas se recuestan en ellos. Así que tenemos la brujería de los lectores y la hechicería de los escritores."
Respecto al papel que juega el Estado en la promoción y difusión de la poesía, David señala que "México da becas y condecoraciones de modo innúmero, pero queda pendiente la sustancia mágica de la poesía: fortalecer y robustecer a la población lectora. Si inhalar fuera leer y exhalar fuera escribir, el modo de revitalizar el fenómeno poético sigue de lado de la matriz social del mundo: la educación". Y continúa "Muchos poetas latinoamericanos encuentran verdaderamente privilegiada la situación y el apoyo institucional que hay en este país. Ello incluso en países donde la poesía es casi un deporte nacional, como en Chile".
En torno a la publicación, David explica con dureza: "Tenemos premios a poetas jóvenes con tirajes de hasta cien mil libros, de los cuales muchos (muchos) acaban en industrias de reciclaje".
"Los planes de apoyo a la poesía son poco finos y en algunos casos, considerando el índice de analfabetismo, analfabetismo cultural, [reciben] nula difusión de los autores, [hay una] mala formación lectora".