Cambios en el proyecto original
La votación en la Cámara Alta la semana pasada se dio luego de que se buscara lograr un consenso, lo cual implicó cambios importantes al proyecto original. Ahora la propuesta volverá a la cámara de diputados para su tratamiento.
Para lograr el consenso se dejaron atrás algunos aspectos como la propuesta de paridad de hombres y mujeres en los cargos por lo cual se mantendrá de manera definitiva el régimen puesto en práctica para las elecciones de 2014 y 2015 que establece que debe haber una mujer cada dos hombres.
Por otra parte también quedó en el camino la idea original de que las vacantes que se generen entre los legisladores sean ocupadas por personas del mismo sexo.
Aunque algunos sectores del FA, como Constanza Moreira dijeron que la redacción final tenía “sabor a poco”, lo cierto es que estos sectores fueron cediendo en “aras del consenso” y finalmente se llega a un proyecto que en realidad no cambia mucho.
En definitiva si finalmente la cámara de diputados ratifica esta propuesta, habrá pequeños cambios pero se mantendrán las diferencias que existen entre hombres y mujeres en cuanto a participación en los partidos y el sistema político.
La participación de las mujeres en la política
La propia historia uruguaya muestra los límites de los cambios que se dan en la esfera de las leyes: siendo hace más de 100 años un país con una legislación de avanzada (que toma los aspectos más progresivos del paradigma burgués liberal) la participación política de las mujeres es menor que incluso en países de la región con legislaciones más atrasadas.
Las diferencias en la representación entre hombres y mujeres no se reducen al parlamento o las listas políticas. En el propio PIT-CNT se observa que las amplia mayoría de los cargos jerárquicos están ocupados por hombres. La mesa representativa por ejemplo está compuesta en un 75% por hombres, aunque las mujeres representan el 50% de los afiliados al PIT-CNT y en el Secretariado Ejecutivo las 3 mujeres presentes no tienen voto y los 15 integrantes que resuelven son hombres.
Incluso en el acto aniversario del Frente Amplio previsto para este próximo 26 de marzo la presencia de mujeres oradoras era notoriamente inferior a la presencia masculina. Solo el rechazo social que se expresó en estos días hizo cambiar esa situación original de discriminación y rol secundario que le asignaron sus organizadores.
Aunque puedan lograrse avances en las leyes, producto de la lucha que vienen sosteniendo las mujeres contra la discriminación por sexo, las medidas legislativas no resuelven de manera estructural la discriminación ni la opresión hacia la mujer, situación que solo puede tener una solución si se asume una perspectiva anticapitalista. Los cambios serán producto de la movilización en las calles y la organización independiente de las mujeres en la lucha por sus derechos y no por acuerdos y componendas con partidos de la burguesía.
La experiencia del Frente de Izquierda en Argentina
Una experiencia a nivel regional que vale la pena resaltar es la del Frente de Izquierda y los Trabajadores (FIT) en Argentina. En las elecciones primarias nacionales de 2015 el Partido de los Trabajadores Socialistas (una de las listas participantes) invirtió el cupo femenino en Capital Federal, la primera sección de Buenos Aires (partido de la Matanza) y la provincia de La Pampa con la presencia de un 70% de pre-candidatas mujeres y solo un 30% de hombres. |