Foto: EFE/ Javier Lizón
En el pabellón Ifema de Madrid, con en torno a 9000 asistentes, según la organización, Susana Díaz dio su primer discurso ya como candidata. Las internas socialistas se prevén largas y duras. Para ello Susana Díaz cargó de optimismo a su parroquia y con la idea de vencer. Exclamó “¡Me presento porque quiero que haya ilusión de ganar!”.
En el acto, la Presidenta andaluza insistió con un mensaje ganador, “A ganar por España. Por el PSOE. Por los ciudadanos. A ganar”. También nos regaló “España nos necesita y el PSOE está dispuesto a hacerse cargo”. Bregó por un PSOE ganador y que con la victoria vuelva a gobernar.
Susana Díaz junto a todo el establishment socialista han hecho una puesta en escena a todo gas. Díaz ha “unido” lo que nadie pudo. Bono y Rodríguez Zapatero, González y Guerra, Alfredo Pérez Rubalcaba y Carme Chacón y barones de todos los rincones de la geografía peninsular.
El establishment socialista en pleno, es decir, los escuderos de izquierda del Ibex 35, todos unidos para defender uno de los grandes instrumentos del gran capital: el PSOE. Como dijo Susana Díaz, 100% PSOE, que no es otra cosa que 100% Ibex 35.
Lo que les une es el espanto a la pérdida de Ferraz. Las encuestas, por ahora, favorecen a Pedro Sánchez y es un riesgo que vuelva por la entrada principal a quien echaron a patadas en octubre. Y, el riesgo es que el PSOE desaparezca como tal y no pueda seguir jugando un rol central en ésta democracia para ricos y empresarios.
Precisamente por vivir el PSOE esta situación, no hay que descartar que el establishment apele a cualquier tipo de método para ganar las primarias. Métodos como el golpe de estado con el que echaron a Sánchez. Por lo pronto, varios barones y dirigentes históricos ya comenzaron a salir en todos los medios defenestrando a Sánchez.
Algunos barones han llegado a tachar a Pedro Sánchez de “extrema izquierda”. A la hora de criticar ya eligen lo primero que se les ocurre. Pero si el único pacto que hizo Sánchez para llegar a la Moncloa, lo hizo con Ciudadanos. La interna socialista está subiendo de tono y seguramente así seguirá hasta el día del escrutinio.
La crisis del PSOE es terminal
Más allá de cómo sean las primarias y Congreso de junio, la crisis que corroe al PSOE es más bien terminal. El PSOE es el partido sobre el cual se apoyó centralmente el Régimen del 78 para acometer las grandes reformas. El PSOE logró atraer el voto de millones de trabajadores de todo el Estado. La cuestión es para qué los usó.
Los 14 años de Felipe González fueron los que promovieron la reconversión industrial con un paro crónico alto, los de la entrada a la OTAN, los de la GAL. Fueron los años en los que la izquierda que se dice republicana, se abrazaba con el Rey puesto por Franco. Fueron los años en que comenzaban las ETT’s, las privatizaciones y el liberalismo que continuó Aznar.
Esta contradicción entre un discurso del PSOE para atraer el voto obrero con una actuación en defensa del Rey, de la continuidad de los poderes franquistas y los grandes empresarios, es lo que está haciendo estallar la crisis en Ferraz. Ya estalló a mediados de los 90. Y vuelve a hacerlo en el transcurso de la peor crisis económica en décadas.
El reaccionario Régimen del 78 puede perder su principal herramienta. Aquella con la que engaño a millones de trabajadores y sectores populares. Cómo seguirá con una pata menos. Eso no se sabe aún, pero lo que es seguro es que la crisis del PSOE, es la crisis del Régimen del 78 y los dos están tocados. Cuando los trabajadores y los pueblos entren en la escena política será el principio de su final político. |