El presidente de Estados Unidos, Donald Trump,y el mandatario chino, Xi Jinping, sostendrán este jueves su primera reunión. La agenda de la misma estará marcada por la presión de lograr las concesiones comerciales que, Trump, prometió durante la campaña que lo llevó a la Casa Blanca y avanzar en acuerdos para impedir que una crisis con Corea del Norte se salga de control.
Xi Jinping arribó en la tardes de este jueves al complejo turístico Mar-a-Lago de Trump en Palm Beach, Florida, donde los líderes de las dos economías más grandes del mundo tendrán un primer encuentro y luego cenarán con sus esposas, dando inicio a una cumbre que concluirá con un almuerzo de trabajo el viernes.
Trump, aseguró este jueves que "nadie sabe realmente" qué puede salir de sus 24 horas de reuniones con su homólogo chino, Xi Jinping, pero volvió a denunciar que China no ha sido "justa" con su país en el plano comercial y que Corea del Norte supone "un problema muy grande".
"No nos han tratado de forma justa en lo relativo al comercio durante muchos, muchos años. Ningún presidente se ha hecho cargo de eso como deberían haberlo hecho, y tenemos un gran problema con Corea del Norte, así que veremos qué ocurre", añadió Trump en una breve entrevista con su programa de televisión favorito, "Fox and Friends".
En su campaña presidencial en 2016, el actual presidente de Estados Unidos prometió que pondría fin a lo que llamó el robo de empleos estadounidenses por parte de China y que reconstruiría la base manufacturera del país. Muchos trabajadores le ayudaron a ganar la elección el 8 de noviembre y Trump quiere cumplir sus promesas a ellos.
"El presidente Trump tiene que salir de la reunión con resultados concretos que restauren la producción y el empleo aquí en Estados Unidos en aquellos sectores que han sido arrasados por las prácticas depredadoras y proteccionistas de China", comentó Holly Hart, directora legislativa del sindicato de Trabajadores Metalúrgicos Unidos.
Pero, según informa la agencia Reuters, varios funcionarios de la Casa Blanca han dicho que tienen bajas expectativas para el encuentro y que el objetivo es establecer las bases para negociaciones futuras.
El otro punto central del encuentro será cómo abordar la situación en Corea del Norte, en especial por su capacidad nuclear y sus conductas impredecibles, como ensayos con misiles que han aumentado las tensiones en Corea del Sur y Japón.
Trump busca presionar para que China "implemente estrictamente las sanciones y resoluciones de la ONU" contra Corea del Norte, dado que alrededor del "90 por ciento" del comercio exterior norcoreano se produce con China, según adelantó a EFE un funcionario de la Casa Blanca, que pidió el anonimato.
Por su parte, se espera, que Xi siga presionando contra el despliegue del sistema antimisiles estadounidense THAAD en suelo surcoreano, que considera una amenaza a sus puertas, e insista en su soberanía en el Mar de China Meridional, donde ambas potencias protagonizan un choque de poderes.
Estados Unidos no parece dispuesto a ceder en ninguno de esas dos áreas, a juzgar por las declaraciones de varios funcionarios estadounidenses en los últimos días.
La reunión marcará en que medida el gobierno de los Estados Unidos y el de China podrán avanzar en el camino de acuerdos que eviten que de mínima aumenten las tensiones o incluso lleven a conflictos de magnitud. La crisis que se está desenvolviendo en la península de Corea es un ejemplo.
Te puede interesar: Hacia una nueva etapa de la situación mundial |