El tribunal integrado por los jueces Juan Carlos Curto, Rodolfo Zvala y Juan José Alarcón resolvió absoluciones y penas mínimas fuertemente repudiadas por familiares y organizaciones solidarias.

Desde temprano, las puertas de tribunales provinciales fueron ocupadas por familiares de Jonatan y decenas de miembros de organizaciones solidarias que esperaban con preocupación el veredicto. A pesar de que el Tribunal denegó el pedido de transmisión de la sentencia y de trasladar el día de su lectura por el paro general; no pudieron impedir que una multitud se haga presente.

Finalmente, en una sala pequeña, los familiares tuvieron que presenciar un acto más de construcción de la impunidad en un caso de gatillo fácil. La sentencia en el juicio oral a 5 policías acusados de asesinar a Jonatan, a pesar de que las querellas planteaban condenas de hasta prisión perpetua, terminó con una absolución, cuatro condenas de entre 3 y 6 años y medio de prisión.

Los familiares de los asesinos festejaban al lado de la familia de Jonatan que veían cómo volvía a morir, pero esta vez, por la impunidad que otorgó una Justicia colonizada por el lobby de la Policía y de las mafias.

Inmediatamente de terminada la lectura en la sala, la bronca y desesperación de los familiares se encontró con la Policía que montó un cordón de seguridad que estrujó a niños y adultos, y también golpeó y amenazó a algunos referentes políticos y de Derechos Humanos que estaban presentes. Mientras tanto, el dolor de los familiares que después de dos años de lucha incansable, hicieron lo imposible para que el juicio no termine así. Una vez más, la Justicia corrupta, absuelve narcos y encubre la violencia policial.

La resolución escandalosa de hoy fue predeterminada en cada instancia intentando negar a la familia su participación como querellantes, queriendo imponer tres juicios abreviados, comprar a la familia de Jonatan, pero fracasaron. La resistencia de la familia Herrera, acompañada por la Multisectorial contra la Violencia Institucional, organizaciones de Derechos Humanos, sociales, políticas, sindicales, académicas y culturales, logró sortear cada maniobra judicial.

Finalizando la dura jornada, Julieta hermana de Jonatan, micrófono en mano, expresó: “Quiero que sepan que esto no termina acá. Que nunca ni jueces, ni fiscales, ni abogados les diga cuánto vale la vida de sus hijos. Nunca se callen. No crean que hoy no logramos nada. Miren. Miren toda esta gente que está acá. Obvio que sí logramos. Más queríamos que salga a nuestro favor. Lo importante es que la gente sabe que a mi hermano lo mató la Policía. Nunca, pero nunca, permitan que nadie les tape la boca. Tienen que hacer saber que la Policía es asesina”.

También se dirigió a los familiares presentes de Franco Casco, Pichón Escobar, Brandon Cardozo, Alejandro Ponce, Jonatan Ojeda, Maximiliano Zamudio, asesinados por la policía, alentando a seguir dando la pelea juntos por justicia.
En el día de hoy, con la fuerza de los familiares, se abrió una nueva etapa de lucha contra la impunidad.