Alrededor de 25.000 jóvenes se calcula que colmaron el campo y las plateas del estadio. Es esa misma juventud que se revela cantando, gritando, saltando, al son de punk, el ska y el rock, y el reggae fusionado con letras combativas, aquella que en diferentes países reclama por los ajustes y las consecuencias nefastas para la clase trabajadora de la crisis a nivel mundial. Así logran poner en primer plano de la agenda política los conflictos y enfrentar al poder del estado, sus gobiernos, sus patrones, y sus aparatos represivos. En el escenario actual los jóvenes están siendo quienes a través de manifestaciones culturales, movilizaciones y diferentes expresiones, están pidiendo justicia por los 43 estudiantes mexicanos cuya desaparición forzada se produjo el 26 de septiembre pasado.
Por el encandilante escenario de Ferro la primera banda invitada fue Once Tiros, banda uruguaya que se formó en el año 1997 y lleva ya 4 discos grabados Parvadomus, Glamour y violencia, Momento extraño e Imán. El ska, el punk y el reggae se destacaron en esta banda bajo una fusión donde prevaleció el espíritu punk.
Luego tocó Karamelo Santo, banda creada en el ´93 en Mendoza, quienes sumaron otros géneros al ska, el punk de toda la jornada y el reggae que ya había incorporado Once Tiros: cumbia, folclore y algunos ritmos latinos. Se notaron muy explosivos con una enérgica presencia y un fuerte discurso antirrepresivo.
La tercera banda fue “Las manos de Filippi”. Para ese entonces el estadio comenzaba a llenarse y con apenas los primeros acordes que expresó la banda, el público comenzó a ocupar los lugares de adelante y en varias ocasiones fue emocionante ver como comenzaron a desplegarse banderas a favor de la lucha por los despedidos de Lear.
Desde sus orígenes en el año ´92 Las manos de Filippi, tiene una larga tradición por ocupar la escena del rock underground formando parte del ParaKultural, El Dragón, el Limbo y expresa en sus letras canciones a favor de la dictadura del proletariado, de las luchas de la clase obrera, en contra del Fondo Monetario Internacional, así como manifestaciones en contra del poder político de turno. No faltaron esas demandas en esta oportunidad tampoco. Pecho tomó la palabra dos veces para invitar a una movilización que convoca la Federación Universitaria de Buenos Aires, para el 1 de diciembre, hacia la embajada de méxico “para exigir justicia por los 43 estudiantes de Ayotzinapa y todas las víctimas del Estado mexicano”.
El Cabra saludó a los obreros despedidos de Lear y les deseó fuerza en la lucha.
La próxima parte de la jornada llegó de la mano de Jauría, banda que forman Ciro Pertusi, ex cantante de Attaque77, convocando al ex guitarrista de Cabezones, Esteban Pichu Serniotti, y luego fueron sumando al resto. El punk rock, el rock alternativo y unos dejos de pop punk, definitivamente dominaron su presentación. Dura y contundente, temas cortos, uno detrás del otro, casi no se dirigieron al público con palabras, a cambio ofrecieron música dura sin intervalos.
El mensaje final al despedirse Ciro fue rotundo: “Toda mi solidaridad con los trabajadores de Lear, Fuerza en la lucha”
La juventud estaba candente, no se cansaba de saltar, de cantar, de sacarse fotos con la bandera que circulaba el campo por la solidaridad con los despedidos de Lear. Avanzaban hordas de gente hacia delante, aún faltaba el broche final de la trayectoria hacia el “infierno”: Faltaba Ska-P. Sobraba espíritu rebelde, sobraban ansias y ganas de culminar la fiesta agotados del pogo, el mosh, con las gargantas cansadas de gritar “revolución”.
Ska-P se formó en el año ´94. La banda se caracteriza por solidarizarse con las diferentes causas de injusticia social, con las luchas obreras y estudiantiles, manifestándose en contra de los grandes capitales, los gobiernos y el estado. Fue un 30 de octubre en el año 2010, al cumplirse 10 años de que la fábrica FaSinPat, ex Zanon, estaba funcionando bajo control obrero, que la banda tocó ahí mismo en el parque industrial de manera solidaria. Un show inolvidable que colmó las expectativas de los trabajadores y trabajadoras y de todo aquel que estuvo presente.
El show debía continuar, las masas aplaudían, cantaban… Arrancó Ska-P con el tema “Estampida” y no hubo lugar en el campo que no haya sido tomado por el júbilo y la alegría del baile frenético del pogo. Los cuerpos se veían en partes volando y chocando. Desbordaba la alegría. De la misma manera se vivieron casi todos sus temas, aunque cabe destacar la recepción que tuvieron temas como "Cannabis", el tema a favor de la legalización de la marihuana, “Crimen sollicitationis”, “Intifada”, “Derecho de admisión” y el “Vals Obrero”.
Antes del comienzo de “Intifada” Pulpul, el cantante de la banda, dijo unas palabras sobre el conflicto entre Palestina e Israel. Pronunció que lo que sucedía entre Palestina e Israel no era una Guerra, sino que uno era un estado fuerte y que tenía las fuerzas y las armas, y el otro un pueblo que intenta defenderse, sus palabras terminaron cerrando con: ¡“Viva Palestina libre y entera! ¡Fuera sionistas de Palestina!.. a la Intifada!
Entonces en medio del show llegó un momento muy especial, momento en el cuál, una vez más los músicos hicieron eco de dos legítimas causas obreras. Subieron al escenario los trabajadores despedidos de la autopartista Lear que están dando una lucha ejemplar por su reincorporación, junto con trabajadores de la empresa recuperada y puesta a producir bajo control y gestión obrero “Madygraf”, la ex “Donelley”. Fue uno de los momentos más emotivos donde la juventud acompañó las palabras de los trabajadores con grandes aplausos y ovaciones.
Un trabajador de Lear fue el primero en tomar la palabra dando un claro mensaje, diciendo que van a continuar la lucha hasta recuperar sus puestos de trabajo, que eso no se lograba si no era con la organización de trabajadores y trabajadoras, como única manera de enfrentar a las patronales y al gobierno, “a todos los sindicatos que no te permiten organizarte, quiero agradecerle a toda la juventud que siempre nos apoya en todas nuestras marchas, ahora les dejo la palabras a nuestros compañeros de lucha de Madygraf.” Una vez más resonaban los gritos de apoyo, las canciones, los aplausos.
Acto seguido, comenzó con su discurso un trabajador de Madygraf : “Hola gracias a todos, nosotros somos trabajadores de Madygraf, ex Donnelley, que hace más de 4 meses, esta fábrica cerró y nos dejó a más de 400 familias en la calle. Hoy nos venimos organizando, tomamos la planta, nos pusimos a autogestionar bajo control obrero”, otra vez repiqueteaban los alaridos de euforia, solidaridad y festejo. Continuó: “ y lo que queremos es agradecer a Ska-P por darnos la oportunidad de difundir nuestra lucha. Queremos que el gobierno deje de mirar para otro lado. El juez nos retiene plata, no podemos cobrar hace tres meses.” Luego se refirió a la campaña solidaria que ellos hacen, “estamos haciendo más de 10.000 cuadernos para donarlos a los lugares más necesitados y ya empezamos a repartirlos”. Y remató sus palabras con: “Viva la clase obrera, viva los obreros revolucionarios, gracias!”
El público no paraba de cantar: “aquí están ellos son, los obreros sin patrón”.
Pulpul, tomó la palabra nuevamente para decir: “¡Lear en pie de lucha también! Nos decían que la autogestión era una utopía,… que estábamos confundidos. Subestiman el poder del pueblo, gobernantes, presidentes, siempre favoreciendo a los intereses de las grandes corporaciones, y dejan de proteger a los pueblos, esto se llama neoliberalismo”. Después cerró con “Siempre por la clase trabajadora!”
Otra de las agrupaciones en tomar el escenario fueron Las mujeres originarias de 36 naciones por el buen Vivir. Hablaron del maltrato a las comunidades originarias, sobre la criminalización al pueblo mapuche que nutre las cárceles. Llamaron a solidarizarse con una marcha para que se apruebe una ley “Por el buen vivir”. Proclamaban que dicha ley cubrirá los vacíos legales existentes en relación a los derechos específicos de las mujeres originarias y los derechos fundamentales de los pueblos indígenas así como decían que también afectará de manera favorable la vida y derechos de todos los argentinos y argentinas, ya que muchas de sus propuestas contribuirían a una verdadera interculturalidad en los sistemas de salud, vivienda, educación, transporte, política penitenciaria, administración de justicia, etc.
Casi todas las bandas que tocaron fueron creadas en los 90, pleno auge del neoliberalismo, sobre todo en América Latina. Donde había bajado mucho el nivel de politización pero algunos grupos seguían intentando resistir a partir de sus manifestaciones culturales. Bandas creadas en los barrios, por ejemplo en Flores como en el caso de Ataque 77, de donde proviene Ciro Pertusi, o Saavedra como en el caso de Las Manos de Filippi, o barrios de Mendoza de donde viene Karamelo Santo. Barrios en donde la tortura y maltrato policial tiene una larga historia.
La juventud que va a verlos manifiesta el repudio a la sociedad de clases en la que vivimos, donde hay mucho para unos pocos, y poco para el resto, donde un amigo puede morir dentro de una comisaría o en una manifestación.
Bien arriba estuvo esa juventud, saltando, bailando, cantando, solidaria y combativa.
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Los trabajadores dijeron presente.
Los Despedidos de Lear fuimos invitados por los compañeros de la Juventud del PTS quienes hicieron todo lo que estuvo a su alcance para que pudiéramos contar nuestra lucha en el estadio de Ferrocarril Oeste donde tocaban diferentes bandas entre ellas Ska-P. .
Un orgullo en lo personal haber sido elegido por mis compañeros para representarlos en el escenario junto con nuestros compañeros de lucha de Madygraf (ex-Donnelley).
Fue emocionante haber compartido charlas con los diferentes artistas que conocían la pelea que venimos dando en estos casi seis meses. El mensaje común de ellos hacia nosotros era de aliento,"que no bajemos los brazos","que sigamos resistiendo"porque nos consideran un ejemplo para la clase trabajadora.
Después de todo eso llego el momento de subir al escenario sin saber que lo que nos esperaba fue la increíble respuesta de las 15000 personas nos mostraron su solidaridad apenas subimos.
Los nervios hicieron que solo pudiera decir la mitad de las cosas que había pensado, aún así dejé claro el mensaje de que vamos a continuar hasta que recuperemos nuestro puesto de trabajo y de la importancia de la organización de los trabajadores porque es la única manera de enfrentar los atropellos de la patronal y del gobierno.
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