Los trabajadores oriundos de Santiago del Estero habían llegado a nuestra provincia, para la cosecha en la finca La Linda y Cuyo Vid en Luján de Cuyo. Con promesas de trabajo y casa digna.
Contrariamente a esto, los inspectores de la Subsecretaria de Trabajo pudieron constatar que en la vivienda no había agua potable, ni siquiera tenían agua en el baño ni cocina, tampoco puertas. Además los 8 jóvenes dormían en camas rotas, bajo un tendido eléctrico sin protección.
Al llegar les dijeron que debían arreglar y pagar por esta precaria vivienda. Hoy se encuentran sin dinero para poder volver a su provincia.
Trabajadores esclavos y bodegueros ricos en la provincia del mejor vino
No es el primer caso, sólo en lo que va del 2017 en febrero se encontraron 10 trabajadores en fincas de Colonia Las Rosas, Tunuyán, en condiciones ultra precarias hacinados en una casa sin baños. En el mismo mes y en el mismo departamento pero en el distrito Los Sauces, 4 familias tucumanas fueron halladas en similares condiciones. En una finca de Santa Rosa registraron trabajo infantil de 7 menores de entre 6 y 12 años, también en febrero.
Todos los años y con todos los gobiernos vemos estos indignantes casos donde se multan a las patronales responsables, con ínfimas sumas que nada significan para sus suculentas ganancias y múltiples propiedades.
Mientras los obreros golondrinas van de provincia en provincia, de acuerdo a las distintas temporadas de cosecha pero con las mismas condiciones, el trabajo infantil nunca se termina en el sector rural y los que tienen suerte de cobrar y estar en blanco, jamás llegan a cubrir la canasta básica.
En la otra cara de la moneda, vemos grandes empresarios vitivinícolas y finqueros con reclamos de créditos, garantías, subsidios e incentivos que son rápidamente otorgados por el gobierno, que ya ha dejado a las claras a quiénes pretende beneficiar con sus políticas económicas.
Ayer comenzó en nuestra provincia “La semana del Malbec” y la exigencia de los bodegueros no se hizo esperar, piden trato preferencial y ventajas en 3 aspectos: retenciones a las exportaciones, cargas laborales e impuestos a los combustibles; a través del presidente de la Unión Vitivinícola Argentina, José Zuccardi quién justificó la demanda esgrimiendo que el sector “es un gran generador de empleo, en la producción de uva, el 70% de los costos son de mano de obra”. |