En medio de la embestida por las investigaciones sobre la lista de Fachin-Janot, por el que son imputados por corrupción casi un centenar de miembros de los principales partidos del país, el clamor del actual presidente golpista, Michel Temer, se hace eco en los diarios burgueses: “¡que no se paralice la actividad legislativa!”. En otras palabras, lo que quieren los golpistas es garantizar la sobrevida del gobierno con la aprobación final de las reformas que avanzan sobre los derechos históricos de la clase trabajadora.
En la mañana de este miércoles (12), aun con las noticias frescas sobre la divulgación de la lista Fachin-Janot, en referencia a los nombres de los jueces de la Corte Suprema, que golpea frontalmente a su gobierno, el presidente Michel Temer intentó mantener un clima de normalidad, evitando directamente mencionar la lista. Y las leyes y decretos que sancionó pasaron también casi desapercibidos en sus declaraciones, pues lo que tenía que decir iba más allá.
La ausencia de periodistas (ante la posibilidad de que se mencionara la polémica lista), también habla mucho sobre el gravedad de la crisis política que atraviesa el gobierno. Este mismo martes (11) Temer se reunió con ministros y senadores para reafirmar que el único antídoto eficaz para curar la crisis sería la aprobación de las reformas, principalmente la previsional. El mensaje es claro: cualquier posibilidad de respiro para este gobierno, sin votos y sin popularidad, significa poder “mostrar servicio” a la clase dominante, avanzando sobre derechos conquistados y garantizando las ganancias capitalistas.
Temer, sin embargo, no fue tomado por sorpresa según relata el diario Estadão. Diario que viene actuando como consejero en algunos momentos y otras veces directamente como agencia de propaganda oficial, afirma que Michel Temer ya sabía de la apertura de las investigaciones antes de que se hicieran públicas. Así, en medio de la crisis del gobierno, su orientación para la reducción de daños fue el silencio de los políticos citados y la preparación de las defensas.
El clamor de Temer durante la mañana de este martes da cuenta justamente del posible significado de la lista, que involucra a importantes figuras de su gobierno. Tanto la Operación Lava-Jato, como el Proyecto de Enmienda Constitucional PEC-55 que recorta gastos sociales por años, vuelven a escena con fuerza no para “limpiar” el régimen y librar a la política de la corrupción, sino para enviar un mensaje contundente a Michel Temer: la reforma previsional esta demorándose. La crisis surge, especialmente, después de la entrada de escena de la clase trabajadora el pasado 15 de marzo y frente a una nueva jornada de paralización convocada por las centrales sindicales para el próximo 28 de abril. Pero Temer y sus medios afines insisten en no ligar ambos temas. Reclamos como el que “todo el mundo está siendo tratado del mismo modo”, sirven solo como justificativa para ganar tiempo hasta que se hagan públicas las acusaciones completas, y para ese entonces haber logrado avanzar en la implementación de las reformas antipopulares anunciadas.
Este 28 de abril puede convertirse en una fuerte jornada de paralización de la clase trabajadora, que sea capaz de cambiar la correlación de fuerzas y poner en jaque al gobierno y este régimen en crisis. Es necesario que desde ahora toda la izquierda construya esta lucha en cada lugar de trabajo y estudio, exigiendo a las mayores centrales sindicales del país, como la CUT y la CTB, que convoquen a asambleas de base inmediatamente para organizar una verdadera jornada de lucha nacional. Convertir ese día en el puntapié de un plan de lucha real contra los ataques de Temer para derrotar estas reformas y avanzar para que la crisis la paguen los capitalistas. |