Este 1 de mayo académicos e intelectuales como Nancy Frazer llamaron a parar las universidades bajo la consigna de “ningún deportado más”. Según su comunicado “nos comprometemos a tomar medidas para defender a todos aquellos que se enfrentan a represalias por su participación en este cese de actividades y otras acciones de huelga del primero de mayo.”
En California el USWW Sindicato Unido de Trabajadores del Estado de California con unos 340 mil agremiados están preparando un paro para ese día.
Alex Caputo-Pearl, de la dirección del sindicato magisterial de Unión de Profesores de Los Ángeles, está exigiendo al condado que no se abran las escuelas para impulsar el paro.
El Local 304 de WFSE, que representa a los trabajadores en los colegios comunitarios de Seattle, y el Local 46 de IBEW, que representa a los trabajadores eléctricos también votaron irse a paro.
Las enfermeras de Minessota votaron irse al paro de 24 horas el 1 de mayo contra Trump y por los migrantes. En estos días los maestros de Chicago decidirán en asambleas para irse al paro: estos profesores encabezaron una de las resistencias más importantes de los años anteriores en Estados Unidos junto a los obreros de la Verizon.
La llegada de Donald Trump es un verdadero terremoto político en todo el mundo. Su política xenofoba, racista, imperialista, sexista, contra los migrantes y por el muro con México es abiertamente reaccionaria. La intervención militar en Afganistán y en Siria son una muestra de la barbarie que nos espera para los próximos años con la administración republicana.
Trump: un gobierno bonapartista débil
Sin embargo, Trump no es “todo poderoso”. Desde su llegada al poder ha enfrentados diversos movimientos en las calles que son un reflejo de que el descontento a los planes es muy profundo.
La #WomensMarch, la resistencia de los pueblos Sioux en Dakota, las movilizaciones contra el decreto de Steve Bannon que impedía el acceso a migrantes árabes que desató movilizaciones en el aerepuerto, la próxima marcha en defensa de la ciencia, los estudiantes en Berkeley contra los supremasistas blancos de la Alt Right, las huelgas de migrantes en varios estados de la unión americana, los paros en Google: son sólo el inicio.
Las protestas del 1 de mayo serán históricas en Estados Unidos. Las grandes centrales sindicales de Estados Unidos deben retomar el llamado al paro de labores bajo la demanda: repudio a las intervenciones militares de Trump en Afganistán y Siria, no más deportaciones y xenofobia. Abajo Trump. |