Ayer tomó estado público un decreto que el gobernador de La Pampa firmó el pasado 13 de enero. La iniciativa, tomada por el peronismo Carlos Verna, exime a todos los empleados públicos de esa provincia de pagar el impuesto a las Ganancias.
Verna, además, decidió aplicar ese beneficio al conjunto de los funcionarios del Poder Ejecutivo y Legislativo de la provincia.
La resolución causó un fuerte cimbronazo político a nivel nacional. El motivo es que se tema que desencadene un efecto “contagio” y haya otros mandatarios que intenten medidas similares.
Ayer fue Nicolás Dujovne, ministro de Hacienda, el que aseguró que el Gobierno pedirá a la Corte Suprema de la Nación que anule ese decreto de Verna, por considerarlo inconstitucional.
Según trascendió, el Gobierno nacional pedirá a la Justicia una medida cautelar para que la provincia siga reteniendo el impuesto a las Ganancias.
La decisión de Verna implica un golpe a la recaudación nacional. El Impuesto a las Ganancias no es provincial sino que tiene carácter nacional. Al mismo tiempo, la decisión también incomoda a otras provincias, dado que se trata de un tributo coparticipable.
En ese marco, no resultó extraño que el gobernador de Río Negro, Alberto Weretilneck, también se sumara hoy a los cuestionamientos, afirmando que el decreto de Verna constituye "muy mal ejemplo". |