Las movilizaciones del miércoles son parte de la ya larga confrontación política entre el chavismo y la oposición que tuvo su salto el pasado 30 de marzo, luego que el Tribunal Supremo de Justicia lanzara dos sentencias que anulaban la inmunidad de los parlamentarios y la atribución de las competencias de la Asamblea Nacional al propio TSJ y al presidente Maduro. Una medida política en la que el gobierno de Maduro tuvo que retroceder, buscando descomprimir; sin embargo no implicó que la oposición retrocediera en la convocatoria a marchas para presionar por "elecciones generales", mecanismo para forzar la salida de Maduro.
La oposición convocó lo que dio en llamar “la madre de todas las marchas”, que si bien fue masiva, no llegó a superar la que realizaron el pasado 1 de septiembre del año pasado cuando presionaban por el referéndum revocatorio. Si bien la tónica de las marchas lo pone la oposición, en la medida que busca arrinconar al gobierno de Maduro, y éste a cerrarles el paso hacia el centro de la ciudad por lo que terminan en represión por las fuerzas del Estado en diversos puntos de Caracas, cuestión que se viene repitiendo en otras ciudades del país.
El chavismo esta vez no se quedó atrás, y la movilización convocada desde el gobierno como “marcha por la paz”, que partió desde distintos puntos de Caracas, también se caracterizó por su masividad, como no lo hacía desde hace tiempo aunque sin llegar a los niveles de las famosas “marea rojas” que solía convocar Chávez, culminando en un acto central en la ya emblemática Avenida Bolívar, teniendo como orador central a Maduro.
Esta vez tres personas murieron, entre ellos dos jóvenes por disparos provenientes de grupos, que la oposición vincula directamente con el chavismo, incrementando a ocho los fallecidos durante una ola de manifestaciones que se vienen realizando en contra de Maduro. Uno de los fallecidos fue en Caracas, donde sus familiares declararon que no participaban de la manifestación, y una joven en el estado Táchira quien según allegados participaba de las mismas, aunque la agencia EFE sostuviera que no, ya que se encontraba a cuatro cuadras de la actuación de los supuestos grupos armados vinculados al chavismo. La tercera persona, un sargento de la Guardia Nacional, que de acuerdo al defensor del pueblo, Tarek William Saab, habría sido víctima de una francotirador en medio de una protesta en la localidad San Antonio de los Altos, del céntrico estado Miranda.
El gobierno no se hace cargo de los dos jóvenes muertos, e incluso hace responsable a la oposición, donde el vicepresidente Tarek Al Aissami increpa a Capriles de las acusaciones afirmando que éste “tendrá que demostrar las pruebas donde afirma estos señalamientos”. Para esto, se basa en que las dos personas fallecidas no cayeron producto de la represión directa ejercida por los organismos del Estado sino de los grupos irregulares que vinculan al chavismo.
Es categórico la defensa a manifestarse, así como repudiamos las violentas represiones que lleva adelante el gobierno de Maduro y los recientes asesinatos en las manifestaciones, sean realizados directamente por la fuerza de la represión o por los grupos de choque que se organizan desde el chavismo. Este accionar de las fuerzas represivas del Estado y grupos de choque al estilo de los viejos “cabilleros” del puntofijismo, cuando sean los trabajadores y el pueblo pobre que salgan a luchar por sus propias demandas, se usará con más saña incluso con el aval de la propia oposición.
Alertamos que esta misma oposición de llegar al gobierno hará uso de la misma escala represiva, pero aún con más fuerza cuando se trate de protestas de los trabajadores y los sectores populares, siendo que se les vio actuar cuando dieron el golpe de Estado en el 2002, cuando en las pocas horas que se mantuvieron en el gobierno de facto disolvieron in facto la Asamblea Nacional y ejercieron la represión y persecución política.
Maduro habla de diálogo y elecciones, la oposición de nuevas movilizaciones
En su discurso central desde la Avenida Bolívar, Maduro volvió a hablar de diálogo nacional declarando que "Voceros para el diálogo nacional, les doy todo el poder para convocar en las próximas horas con hidalguía, con altura, con honor a los sectores de la oposición que quieran sentarse a dialogar por el futuro del país, para que nos sentemos al dialogo nacional por la paz". Aunque es de recordar que el 30 de octubre pasado se había iniciado un proceso de diálogo que se extendió por poco más de un mes y que se suspendió después de que ambas partes se culparan de haber incumplido los acuerdos.
Al referirse a la convocatoria de elecciones, uno de los motivos por el cual presiona la oposición entre sus distintas exigencias, Maduro afirmó que "Yo quiero ir a elecciones pronto y verle la cara a Julio Borges y a Ramos Allup , y que busquemos un camino pacífico para que la revolución ponga en su puesto a los ’conspiradores y terroristas’ (…). Que nadie se confunda, tenemos un Poder Electoral autónomo que tomará la decisión que tenga que tomar”. Maduro ha venido postergando las elecciones a gobernadores que tenían que haberse realizado en diciembre del año pasado, a sabiendas de la alta posibilidad de perderla agudizando más la crisis del gobierno.
Es evidente que, cuando Maduro hace alusión al “diálogo nacional” y de “elecciones” lo hace buscando descomprimir. Pero la oposición ya no solo exige las elecciones a gobernadores, sino que ha tomado como consigna central la convocatoria a “elecciones generales” por lo que continúa presionando con más movilizaciones. En una conferencia de prensa, luego de la jornada del miércoles, Capriles Radonski convocó a una nueva movilización para hoy jueves, precisando que esta nueva marcha se mantendrá en todo el país, y en Caracas los mismos puntos de concentración.
Es que la derecha está a la ofensiva de la mano del derechismo continental y de Almagro desde la OEA además del imperialismo. No por casualidad vimos al secretario de Estado de Estados Unidos, Rex Tillerson declarando este miércoles que "Sí, estamos preocupados por la situación, estamos siguiéndola de cerca y trabajando con otros particularmente a través de la OEA para comunicarles estas preocupaciones" y que "Estamos preocupados porque el Gobierno de Maduro está violando su propia Constitución y no está permitiendo que las voces de la oposición sean escuchadas". Más temprano el representante interino de EE.UU. en la Organización de Estados Americanos (OEA), Kevin Sullivan, rechazaba la acusación "infundada" de Caracas durante el Consejo Permanente que se celebró también este día de movilizaciones en la sede del organismo interamericano.
En este marco, y en medio de una cada vez mayor bonapartización, Maduro viene apoyándose cada vez más en las Fuerzas Armadas. Ya lo vimos el lunes buscando mostrar fuerzas al aparecer junto al alto mando de las Fuerzas Armadas, cuando éstos le declaraban “lealtad” en medio de la crisis imperante, y este martes activó el llamado "Plan Zamora", para mantener lo que llama “el orden interno” afirmando que "Frente a este escenario he decidido activar el plan estratégico especial cívico militar para garantizar el funcionamiento de nuestro país, su seguridad, el orden interno y la integración social, Plan Zamora que me ha sido presentado por el comando estratégico operacional de la FANB".
Esto no es más que la activación en una mayor escala de los órganos represivos del Estado incluyendo centralmente a los distintos componentes de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB), en el marco de una mayor militarización en un país se vive bajo un Estado de excepción permanente.
Una situación de mayor inestabilidad difícil de mantenerse en el tiempo
Como hemos manifestado la crisis política puede ir a una escalada mayor, en un marco donde si bien la oposición se mantiene a la ofensiva, pareciera mantenerse en una especie de empate al no conseguir ninguna de las fuerzas terminar de imponerse sobre la otra. Si bien es una situación difícil de mantenerse en el tiempo, donde las Fuerzas Armadas ocupan un papel central como fiel de la balanza en cualquier tipo de “resolución política”, y no por casualidad cada uno de los sectores apelan, a la “lealtad” Maduro, y a “rebelarse” la oposición.
Por eso es importante alertar al pueblo trabajador sobre el peligro que representa el creciente papel de los militares, sea apoyando a Maduro, sea volcándose a apoyar una “transición” pactando con la derecha, con el imperialismo y con mediadores como el Vaticano, como que ejerzan una salida por sus propias manos.
En esta situación tanto desde el gobierno como desde la oposición buscarán continuar moviendo sus fuerzas con sus llamados a movilizaciones, en función de sus intereses y no los del pueblo. Sostenemos que los trabajadores y el pueblo nada tienen que ganar detras de uno u otro sector, y deben pelear por una política independiente en función de sus demandas fundamentales.
Como plante la LTS, organización trotskista y que impulsa La Izquierda Diario, en esta situación imperante “Es necesario pelear por un plan obrero de emergencia y por una Asamblea Constituyente Libre y Soberana donde la mayoría de la población, compuesta por los trabajadores y los sectores populares, decida sobre los grandes problemas estructurales del país, como la nacionalización del petróleo bajo control obrero contra los planes privatistas y la lucha contra la injerencia imperialista”.
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