Asistimos en estos días a las movilizaciones contra el ajuste que Macri quiere implementar en el INCAA, y que ataca sobre todo su financiamiento y autarquía.
La comisión especial formada para la redacción de la Nueva Ley de Comunicaciones realizó una serie de convocatoria a sectores que consideran importantes, para recibir su opinión sobre cómo debería ser esta ley.
Al cabo de unas veinte reuniones se presentaron documentos de diversas instituciones ligadas a la producción audiovisual o aquellas que la comisión considerara de interés su opinión.
Entre estas instituciones se encuentra la Motion Picture Association of America (MPAA), una compañía de origen imperialista, que representa a los seis mayores estudios de Hollywood y produce el 80% de las películas hechas en los Estados Unidos. ¿Y por qué una empresa monopólica imperialista tiene que opinar sobre el destino de una parte de la producción artística de nuestro país?
Veamos quienes integran la comisión responsable de la redacción de la nueva ley. La coordinadora es Silvana Giudici, que a su vez es directora del Ente Nacional de Comunicaciones (ENaCom, creado por uno de los primeros decretos de Macri), quien fue diputada de la UCR, ex-legisladora del PRO, y tesorera de Fundación SUMA involucrada en la investigación del origen de los fondos robados de la casa de la vicepresidente Michetti.
Entre otros integrantes de la comisión se encuentra Santiago Kovadloff, filósofo ligado al PRO, columnista frecuente de La Nación, para quien los juicios de lesa humanidad son “un basural de sórdidas ambiciones partidarias”.
¿Qué podemos esperar de esta Comisión redactora? Seguramente no será la defensa del cine nacional, sino más bien el pensamiento que se orienta a los negocios, sobre todo si favorecen a alguna multinacional o monopolio imperialista.
Y en este punto es donde cobra relevancia que entre tantos documentos, aparezca el de la Motion Picture que recomienda en el subtítulo Cuotas lo siguiente:
Entendemos que existe una conciencia nacional respecto de la importancia económica de las industrias creativas en Argentina, como se demostró mediante diversas políticas públicas para financiar proyectos culturales.
Como principio general, no creemos que las cuotas de contenido local obligatorio sean útiles para el desarrollo del mercado, ya sea que se apliquen a cines, televisión de pago o plataformas en línea.
En muchas instancias, las cuotas no tienen en cuenta las expectativas de la audiencia y no permiten que el mercado crezca de acuerdo con el gusto del consumidor. Por ejemplo, las cuotas de pantallas en Brasil no pudieron aumentar el éxito de taquilla de las películas locales. Nos complacería continuar con un debate sobre cómo promover mejor las industrias culturales, en consonancia con las prácticas comerciales justas.
Finalmente, se debería permitir que la demanda del consumidor y las fuerzas del mercado impulsen la innovación y el crecimiento futuros en el panorama audiovisual.
En resumen dos recomendaciones: no cobrar impuestos y que la producción audiovisual debe quedar en manos de “las fuerzas del mercado”. Como sabemos estas fuerzas en el mercado capitalista, como dice el refrán “El pez grande se come al chico”.
Dejar en manos del mercado una parte importante de la producción artística como es la audiovisual es embargar cualquier futuro en el terreno de la experimentación y la apuesta a diferentes vanguardias, y más aún, es impedir que exista la diversidad de miradas en el arte. Y por supuesto, el pez grande siempre es el mismo.
Para completar el panorama de los asesores del gobierno, que evidentemente busca siempre entre las grandes corporaciones, está el economista Jefe de FIEL Daniel Artana, que asesora al Gobierno para una futura reforma impositiva. El proyecto de Reforma Tributaria en el que trabaja Dujovne tiene como base el "Plan Para Reformular el Sistema Tributario Argentino" presentado por FIEL en el 2015, el llamado Documento de Trabajo Nº 123.
En este documento, en su página 44, se “sugiere eliminar varios impuestos de bajo potencial recaudatorio y que, en algunos casos, financian fondos con asignación presupuestaria específica.”
(…)
• El impuesto de 10% a las entradas de cines y videogramas grabados cuya derogación aumentaría la recaudación de IVA porque se pueden tomar como pago a cuenta de este impuesto.”
Es necesario que continuemos ampliando la movilización de los artistas, trabajadores, técnicos, estudiantes del área audiovisual y la organización asamblearia que conquistamos para derrotar el ajuste del gobierno y a la vez lograr la democratización del INCAA. |