Se dice que el campo empieza donde la ciudad termina. Se piensa la vida en el campo como sencilla y tranquila en donde el tiempo pasa más lento, donde se aprenden historias del pasado y se reúnen para contar cuentos de apariciones, historias de familiares que ya no están. Y en contraste está la ciudad donde todo es acelerado y el tiempo vuela, donde dicen que el aire no es puro.
Esta obra transcurre en una rústica casa, un lugar perdido en el tiempo. Dos hermanas huérfanas y un peón que llega para colaborar con las labores campestres.
Sorpresivamente irrumpe el tío, un despreciable hombre con un vocabulario poco decente, soez, que invade la tranquilidad del hogar, cargando de los peores vicios de la cuidad. Su presencia presupone ser la miseria, lo individual, lo oscuro, lo ventajista.La parte más sucia, en definitiva el polvo de la ciudad.
Desde su llegada nada volverá a ser lo mismo en esa familia. Este hombre no genera ni empatía, ni confianza, sino crea una atmosfera de intriga que persigue al espectador, como presagiando una tragedia.
El misterio y la fantasía recorren el espacio. Los fantasmas de los padres permanecen presentes como queriendo conservar la calma familiar perdida o lo que quedó de ella, una familia con olor a tierra de campo y con sabor a miserias urbanas.
La obra cuenta con música en vivo de la mano del trío Alfajor, con muy buenas actuaciones y la destacada labor escenográfica de Mariano Campero.
El polvo de la ciudad
Actúan: Nacho Ansa, Marina Corgo, Rodolfo Diringuer, Paz Irizar
Músicos: Alan Darling, Malena Graciosi, Mariano Rótolo
TEATRO DEL PUEBLO Avda Roque Sáenz Peña 943
Jueves - 21hs (última función jueves 27/11)
Entrada: $ 100,00 / $ 70,00 |