Presidente de Turquía, Tayyip Erdogan en una ceremonia frente al mausoleo de Mustafa Kemal Ataturk, Ankara. 10/11/2014. Foto: REUTERS/Umit Bektas
La nueva norma, que aún ha de ser debatida, permitiría a los agentes arrestar a manifestantes durante 24 horas sin necesidad de presentar cargos, un plazo que se amplía a 48 horas si el detenido es considerado peligroso.
Además, la legislación incluye a los fuegos artificiales y a los cócteles molotov dentro de la categoría de armas de fuego y autoriza a los agentes a disparar si son “atacados” con esos elementos.
La nueva norma también permite a la Policía a pinchar teléfonos durante un plazo de 48 horas sin autorización judicial, en aquellos casos en los que sea “esencial actuar con rapidez”.
El proyecto de ley ha sido criticado por la oposición como un nuevo paso hacia el autoritarismo del Gobierno.
El Ejército turco ha criticado también el proyecto, ya que aumenta el control del Ministerio del Interior sobre el servicio de guardacostas y la gendarmería, un cuerpo policial militarizado.
Fuentes militares citadas por "Hürriyet" advierten de que esa ley causará la politización de esos cuerpos, ahora controlados por el Ejército, al asumir Interior las competencias sobre los nombramientos, los ascensos, las sanciones y los reemplazos. |