El Sindicato del Colegio Don Bosco de Antofagasta interpuso una demanda en contra del establecimiento, tras la denuncia de acoso sexual y agresión, por parte de alumnos contra siete profesoras del establecimiento. El documento fue ingresado en febrero de este año en el Tribunal del Trabajo.
El sindicato denunció que en el colegio no se habrían tomando las medidas correspondientes para que los alumnos tomasen conciencia de lo negativo y reprochable de toda forma de violencia de género, y que los acosos eran graves, ya que iban desde besos forzados hasta otro tipo de agresiones.
Desde el establecimiento respondieron a la demanda señalando que habrían actuado de forma oportuna, entrevistándose con los alumnos involucrados y sus apoderados, haciéndoles notar la improcedencia del actuar y buscando una solución consensuada. Ante esto, alumnos y apoderados se habrían comprometido a corregir y acompañar el comportamiento; además se les aplicó medidas disciplinarias.
La institución educativa señaló también que todos los hechos habrían ocurrido el año 2015, y sólo dos casos el 2016, y que del total de siete profesoras, una se habría ido del colegio por término de contrato.
Actualmente, la demanda está suspendida debido a que las partes solicitaron al tribunal, el día 15 de marzo de 2017, un plazo de 30 días hábiles para llegar a un acuerdo. La jueza del Tribunal Laboral les planteó que intentarán crear un protocolo de acuerdo que considere las sanciones de los alumnos y medidas para afrontar nuevas situaciones de esta índole.
El director del establecimiento, padre José Toledo, manifestó que tras la audiencia preparatoria del juicio, ambas partes decidieron suspender el proceso e instalar una mesa de trabajo, en la cual están participando tres dirigentes del sindicato y tres miembros del colegio, y que han iniciado trabajando el respeto por el género y el valor de la mujer.
Por su parte, la presidenta del Sindicato de Profesores del colegio, Marinka Godoy, señaló que en estos casos, la normativa protege mayoritariamente a los alumnos y no así a los profesores. Y proponen que algunas conductas sean tipificadas como delitos, y que si un niño comete un acto como éste se le expulse. Finalmente, a fines de mayo, se cumpliría el plazo para que las partes realicen un acuerdo, de lo contrario tendrían que ir a juicio.
¿Quiénes son los responsables?
Si analizamos más profundamente, la responsabilidad mayoritaria la tiene el sistema económico, político, social y cultural en el que vivimos; una sociedad capitalista y patriarcal que en todo el mundo se construye sobre la explotación de miles para el beneficio de unos pocos, donde las mujeres son discriminadas y violentadas a causa del machismo.
También es responsable el Estado, que no es ajeno a esto, ya que reproduce, sustenta y avala la situación de violencia en que vivimos las mujeres; expresión de esto son los más de 50 femicidios al año, la brecha salarial de un 30% entre hombres y mujeres por el mismo trabajo, las pensiones miserables, los altos costos en salud, el trabajo doméstico, entre tantos otros.
Por otra parte, la educación tampoco está ajena a esto, ya que en su base aún podemos ver que sigue siendo sexista. Es decir, educa y forma según los roles sociales establecidos para hombres y mujeres, fomentando estereotipos de género, lo que genera justamente situaciones y conductas que perpetúan la discriminación, desvalorización y la desigualdad de trato hacia las mujeres y la diversidad sexual. Esto lo podemos observar en los uniformes, juegos, contenidos, actividades y lenguaje, diferenciados por sexo, además de la falta de derechos maternales para las profesoras, el acoso laboral y sexual, por sólo poner un ejemplo.
Patricia Romo, presidenta del Colegio de Profesores Antofagasta y militante de la agrupación Pan y Rosas Teresa Flores, señala que "el acoso sexual está naturalizado en el aula y en la escuela, y en este caso hay una enorme responsabilidad el mismo colegio al no proteger a las docentes víctimas de acoso. Pero esto es un problema estructural de este sistema machista y patriarcal, donde es necesario que mujeres, estudiantes y trabajadores luchemos por impulsar verdaderamente una educación no sexista, que eduque a nuestros alumnos de forma conducente a no seguir replicando la violencia de género en sus vidas", afirma la dirigente.
La docente aprovechó de hacer un llamado a las docentes del Colegio Don Bosco a colegiarse, invitándolas a sumarse al gremio y a "que impulsemos juntas una Comisión de Mujeres en nuestros lugares de trabajo, donde realmente podamos tomar en nuestras manos este problema, podamos visibilizar la violencia que vivimos y luchemos contra el machismo que se impone en nuestras vidas".
Es urgente que las docentes a nivel nacional se organicen en sus escuelas, por medio de Comisiones de Mujeres, donde puedan discutir la situación de discriminación y violencia de género imperante no sólo en la educación sino en la sociedad de conjunto; tal cual lo hace hoy la Comisión de mujeres de Orica, donde se ha ido reflexionando sobre las prácticas machistas que se reproducen cotidianamente y en todos los niveles, organizándose para erradicar la violencia de género, realizando medidas preventivas, como charlas y talleres, y no meramente sancionatorias.
Es sólo de esta forma que avanzaremos a pensar la educación como una herramienta transformadora de la sociedad, que esté al servicio de las y los trabajadores y el pueblo, que nos permita cuestionar las relaciones de poder y sus contradicciones en el capitalismo, para así continuar la lucha por un mundo donde seamos “socialmente iguales, humanamente diferentes y totalmente libres”. |
