La diputada nacional Elisa Carrió, junto a su par, Fernando Sánchez, ambos legisladores de la Coalición Cívica-ARI, perteneciente al bloque político de Cambiemos, proponen la eliminación de las pensiones vitalicias de los ex presidentes y ex ministros de la Corte Suprema.
La dirigente de la Coalición Cívica incurrió en la hipocresía al presentar esta propuesta cuando ella es un exponente de la casta política del país: hace décadas vive a costa de los sueldos que le paga el pueblo trabajador por el desempeño de sus funciones públicas, específicamente desde 1995, año en que fue electa diputada por Chaco.
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Sin mediar denuncia alguna al régimen político, precisamente por pertenecer al mismo, en su propuesta señala: "el presente proyecto tiene como objeto eliminar la pensión vitalicia que en virtud de la ley N° 24.018 se otorga hoy a los ex presidentes y a ex ministros de la Corte Suprema de Justicia de la Nación que se jubilen con un mínimo de cuatro años en el ejercicio de sus funciones".
Casualmente, lo propone quien de acuerdo al último aumento de las dietas de diputados, su último salario habría rondado los $150 mil, a pesar de que faltó a la única sesión de la Cámara Baja de dicho mes, al igual que otros 45 diputados como denunciamos en La Izquierda Diario. Esto, sin tener en cuenta que en el 2016, la misma funcionaria faltó al 75% de las sesiones legislativas.
Luego, justificó su propuesta a partir de un elogio a la administración presidencial de Illia, recalcando la "austeridad y decoro" del expresidente derrocado. Paradójicamente, Carrió se encuentra siendo investigada por presunto enriquecimiento ilícito, por los numerosos viajes al exterior. Viajes que muestran cualquier cosa menos la frugalidad que reivindica de Illia.
Esta escandalosa pensión vitalicia que gozan los ex presidentes fue denunciada hace unos días por Nicolás Del Caño, precandidato del Frente de Izquierda, quien además presentó un proyecto de ley -cajoneado sistemáticamente por los miembros de la casta política- para que "todo diputado cobre como una maestra", como ya lo hacían él y todos los legisladores del PTS.
Las pensiones vitalicias en cuestión, tienen montos que superan los $100 mil. De las mismas gozan desde Cristina Fernández de Kirchner -que en su momento cobraba la suya y la del ex presidente, Néstor Kirchner- hasta esposas de ex presidentes de facto, o el mismo Adolfo Rodríguez Saá, que gobernó por apenas una semana. Del Caño había denunciando que "las clases dominantes les pagan a sus políticos y jueces por los servicios prestados".
Ahora Carrió, que no denuncia ninguno de los otros privilegios de los que goza como parte de esa casta, sale demagógicamente a criticar esas pensiones. | 
