Fotografía: Facebook
Se dijo que esta imposición sería también en otras universidades del estado, pero al día de hoy la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez y la Universidad Autónoma de Chihuahua mantienen cursos normalmente.
En Ciudad Juárez, los estudiantes del Tecnológico de Ciudad Juárez, la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez (UACJ), la Universidad Pedagógica y los Colegios de Bachilleres han participado activamente en las protestas en solidaridad con Ayotzinapa.
Para la población en Chihuahua, la desaparición forzada es un tema muy sentido, por la enorme cantidad de desapariciones y feminicidios que han marcado al estado durante más de una década. Por ello, los presidentes municipales y las autoridades estatales han intentado frenar las protestas.
En el paso fronterizo, en las principales universidades y en el Centro de Ciudad Juárez, tomar las calles ha sido muy importante, porque se pierde el miedo, producto de años de militarización, masacres, balaceras, secuestros e impunidad policial.
En consecuencia, la intimidación a los manifestantes durante las marchas, el acoso policial, con francotiradores postrados durante la ruta en algunas azoteas, es una política del gobierno priista, para mantener el terror en la población e impedir las manifestaciones.
Criminalización y autoritarismo contra estudiantes
El fin de semana se difundió la noticia de que las autoridades educativas recurrirían a la suspensión de clases en todo el estado, principalmente en los Colegios de Bachilleres, como medida para frenar la organización estudiantil.
De por sí, desde hace unos años, es habitual que las autoridades universitarias se comuniquen a los celulares de los padres de familia para tratar temas relacionados con sus hijos. Una medida represiva que intenta anular toda acción independiente de los estudiantes.
En Ciudad Juárez, los bachilleres que quedan sin clases son el 5, 6, 7, 9, 11 y 19, miles de alumnos que se quedan sin clases en medio de los exámenes finales y fin de semestre.
Hace unas semanas, estudiantes de Bachilleres 6 acudieron a la Asamblea Estudiantil de la UACJ a solicitar ayuda ante el acoso de las autoridades, que los reprimían y prohibían hablar sobre Ayotzinapa, pero cuando acudieron estudiantes de la UACJ a repartir volantes les impidieron el paso.
En otra asamblea de la UACJ, acudieron de nuevo estudiantes de Bachilleres 6 a denunciar agresiones por parte de un laboratorista de este plantel y se mostró una fotografía donde se veía a esta persona golpeando y empujando a dos alumnas que intentaban grabarlo.
Ahora, ante la noticia de suspensión de cursos, un grupo de padres de familia, acudió al Colegio de Bachilleres No. 6 a preguntar a los directivos por qué suspendían cursos. Las autoridades respondieron que la medida se implementa por supuestas amenazas que han recibido de parte de algunos jóvenes.
Para las autoridades la única amenaza es la organización estudiantil. Hasta los medios de comunicación han comenzado a difundir la idea de que las clases se suspenden por el frío que está por iniciar, cuando miles de niños de preescolar, primaria y secundaria están cursando normalmente.
Los estudiantes no creemos los argumentos del gobierno y repudiamos esta medida que intenta desactivar la protesta social. Funcionarios educativos del estado y directivos de distintas escuelas han hecho de todo para impedir la libertad de expresión y de organización independiente del movimiento estudiantil.
Respaldamos las Asambleas Estudiantiles de los Colegios de Bachilleres que desmienten las acusaciones de supuestos planes de agresión por parte de alumnos. El gobierno intenta una política impotente para infundir miedo a los padres de familia en primer lugar y fomentar la idea de que los estudiantes en lucha somos criminales.
La organización estudiantil con el apoyo de la población debe continuar. Los estudiantes de Bachilleres no están solos. Se ha resuelto una nueva movilización para el 27 de noviembre en Ciudad Juárez y seguramente se sumará a otras protestas que continuarán en el estado.
Los jóvenes de Ciudad Juárez desde la frontera norte y hostil del país, le decimos a los padres de los normalistas desaparecidos: ¡No están solos, si tocan a uno nos tocan a todos! Seguiremos adelante. |