“El radicalismo se entera por los diarios y es un convidado de piedra en Cambiemos”, decía Ricardo Alfonsín hace algunas semanas. El diputado nacional de la Unión Cívica Radical viene expresando distintas críticas sobre la coalición que integra. Sus quejas por la falta de participación dentro del gobierno aumentan en tanto avanza la discusión electoral.
El día de ayer, Alfonsín cuestionó la actitud del PRO frente a la candidatura de Martín Lousteau para la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. “Buscan mantener la hegemonía hacia dentro de Cambiemos”, sentenció. Y aseguró que el espacio al que pertenece el presidente cree ser más importante que el resto de los partidos de la alianza.
También apuntó contra el radicalismo. “Estamos ante un partido que no se atreve a decir las cosas. Me llama la atención que el radicalismo acompañe estrategias que permiten crecer al PRO y decrecer a la UCR”, expresó. En este sentido, cuestionó la existencia de una supuesta “conducción informal” dentro de la fuerza, constituida por Ernesto Sanz. Alfonsín llamó a éste un “interlocutor del radicalismo por decisión del PRO y no por mandato” interno. Además advirtió: “Espero que si finalmente en el partido se impone la candidatura de Martín Lousteau a nadie se le ocurra ir por afuera, que no se les ocurra incumplir con lo que dijo el partido”.
La Mesa chica de Cambiemos nacional (denominada “Mesa de los 10”) rechazó la propuesta de Lousteau. Desde allí exhortaron a que la UCR permita que sea el jefe de gobierno porteño, Rodríguez Larreta, quien se encargue del diseño electoral para la Capital Federal. El argumento fue que, a principio de año, se habría acordado que la asignación de candidatos dependiera de quien maneja el Ejecutivo en cada distrito.
La polémica continúa. Tanto desde la UCR como desde el PRO, se barajaría la posibilidad de que intervenga –llegado el caso- la Justicia electoral. Por ahora, continúan los roces dentro de la coalición así como entre sectores del radicalismo. |