Puntaje ideal, importantísima victoria 2-1 del equipo de Gallardo ante Emelec y clasificación casi asegurada en esta Libertadores 2017. Lo dio vuelta con goles de Moreira y Alario.
River está imparable en esta edición de la Copa Libertadores: ganó los partidos que disputó y ya está prácticamente en octavos de final. Pero el desafío de anoche en Guayaquil era muy bravo: River había ganado muy pocas veces en tierras ecuatorianas. Y el comienzo del partido no fue nada auspicioso porque los locales de Emelec ganaban desde el primer minuto de juego, cuando Ayrton Preciado recibió el balón por la derecha del ataque para colocar un remate precioso e inatajable.
Pero Emelec, por cuidar esa ventaja, cedió la iniciativa. River aprovechó la invitación. Milton Casco estuvo muy cerca de empatar a los 20 minutos. Y antes de la finalización del primer tiempo, Moreira de arremetida puso el empate 1-1.
El segundo tiempo fue un poco más parejo, aunque por llegadas al área rival la balanza se inclinó para el lado de River, con interesantes aproximaciones de Alario y Casco. Emelec se encontró con un Augusto Batalla firme y que le hizo honor a su apellido. Así a los 35 minutos de esa segunda mitad, de una combinación entre Alario y Mora llegó el gol del triunfo, tras una salvada del arquero local Dreer que su propia defensa regaló con inocencia para que Alario reciba un centro atrás que empujó a la red. Fue el 1-2 que en esos minutos finales el equipo de Núñez supo cuidar.
El triunfo le inyecta confianza a River para afrontar incluso sus compromisos por el campeonato local, torneo en el que los dirigidos por Gallardo están a sólo 6 puntos del puntero, Boca Juniors. Este River cada vez más proyecta una imagen de contundencia y seguridad. ¿Hasta dónde lo llevará esta imagen? Como mínimo, es una invitación a la ilusión del público riverplatense.
