El gobierno dispuso ayer un incremento en los topes de reintegros a las exportaciones industriales, lo que significa en los hechos una rebaja impositiva que le transfiere 150 millones de dólares a ese sector, según declaró el propio secretario de Industria Martín Etchegoyen.
La medida fue festejada por el funcionario, quien admitió que ve como positivo incrementar el gasto fiscal para mejorar las ganancias de las patronales exportadoras. No es el mismo el trato el que ofrecen para los trabajadores, para quienes sólo hay "techos" a las paritarias y un discurso duro de "ajuste fiscal". ¿Cómo es que hay plata para unos y no para otros?
En la conferencia de prensa brindada ayer, Etchegoyen subrayó que si al aumento en los reintegros se le suma la eliminación de los derechos a la exportación, aplicado el año pasado por el Gobierno, las mejoras para el sector exportador industrial representan "un siete por ciento", lo que "hace que las compañías mejoren su rentabilidad".
Acerca del costo fiscal, el secretario de Industria señaló que "esto hay que verlo en forma dinámica, porque va a promover las inversiones y las exportaciones". "Cuanto más costo fiscal tenga, mejor, porque va haber más exportaciones y eso va a generar más empleo", se entusiasmó el funcionario, quien indicó que la mejora en los reintegros beneficiará "sobre todo a los que agregan más valor" y "mejorará la capacidad exportadora de las PYME".
Está totalmente comprobado que no existe una relación directa entre reducción impositiva y generación de empleo. Las patronales eso lo traducen en ganancia, no en más salarios. El mismo recurso se utiliza, sin ningún fundamento, para reducir las contribuciones patronales.
Pero el gobierno ve que la industria no repunta y en lugar de comprobar cuál es el estado real de los libros de contabilidad de las empresas, como se propone como medida básica desde el programa de la izquierda para develar que la pérdida de rentabilidad se quiere descargar sobre el trabajo, la salida que fomenta es seguir haciendo concesiones a las patronales.
El incremento de las alícuotas a los reintegros fue de entre un 30 y un 80 %, dependiendo del sector. Para Etchegoyen "esta es una medida estructural que mejora la competitividad" sin tocar el tipo de cambio. "La discusión sobre el tipo de cambio tapa los temas centrales" de cómo mejorar la competitividad de los sectores industriales, expresó el funcionario, quien sostuvo que una devaluación "aumenta los precios" internos. Este ABC de la economía argentina, que ahora "descubre" el gobierno, fue una de las primeras medidas adoptadas en su asunción de 2015 justamente para "mejorar la rentabilidad" sin importar que ello aumente los precios internos y destruya el poder adquisitivo de los asalariados. Por el contrario, el objetivo de la devaluación fue atacar el salario real.
Es que en año electoral no quieren mover más el avispero de lo que está, y por eso la dureza del central con las tasas de interés para sostener el tipo de cambio y la inflación. Mejor no "afectar los precios internos", por ahora. Por ello, el recurso que le queda al gobierno para implementar su ajuste es: frenar los incrementos nominales de salario con techos a las paritarias, y transferencias de recursos por otras vías a las patronales, como esta pequeña muestra de la rebaja impositiva en exportaciones.
Según señaló el secretario de Industria, la suba de los reintegros "reduce los impuestos a los exportadores" y va en línea con la recomendación de la Organización Mundial de Comercio (OMC) para que "los países no exporten impuestos".
En ese sentido, Etchegoyen comentó que "hay sectores a los que los impuestos, especialmente ingresos brutos, impuesto a los combustibles y tasas municipales, le representan un 14 por ciento de las ventas" al exterior. Para los trabajadores, no obstante, el IVA ya representa el 21% de su salario que va sobre todo a consumo, a lo que se suma el impuesto al salario en casos de ingresos "privilegiados" de 23 mil pesos netos para un soltero sin hijos.
La medida, que de acuerdo con la estimación del funcionario tendrá un impacto fiscal del orden de los 2.300 millones de pesos anuales, "beneficiará a sectores como autopartes, textiles, instrumentos de control y médicos, maquinaria y máquinas eléctricas, manufactura de cuero, muebles, juguetes, calzado y metalúrgico, entre otros".
"Son 13 mil posiciones arancelarias" que se beneficiarán con esta medida que eleva entre un 30 y 80 %, dependiendo del sector, los reintegros que reciben por las ventas al exterior, puntualizó el secretario de Industria, quien agregó que "hacía 15 años" que no se modificaban esas alícuotas. |