Ismael Passaglia fue electo dos veces como intendente de San Nicolás. En ambas ocasiones fue candidato en las boletas del Frente para la Victoria, la coalición electoral del kirchnerismo.
Pasaron seis años desde la primera asunción de Passaglia. Seis años de gobierno municipal y mayoría del FpV en el concejo deliberante. Siguiendo las políticas autoritarias y represivas de Passaglia, acompañando las persecuciones sindicales y políticas que emprendió, consintiendo sus favores a los empresarios.
Recién ahora, tras seis años de silencio, escuchamos a algunas fuerzas kirchneristas lamentar el "paso" de Passaglia al gabinete PRO. Denuncian una supuesta "traición", pero el refrán los desmiente: el que avisa no traiciona. Sólo desde la ingenuidad o desde el cinismo se puede pensar que Passaglia es un traidor al kirchnerismo, cuando siempre actuó de la misma manera.
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Los kirchneristas nicoleños aun no lamentan haber llevado a un represor como Berni al senado provincial. Es el mismo Frente para la Victoria que incluye en sus filas a tránsfugas, represores y vaciadores. El mismo frente que lidera Pichetto en el senado nacional, donde le aprobaron 83 leyes de ajuste a Macri. El mismo partido que aplica un ajuste brutal en Santa Cruz, garantizado por la represión de la policía de Alicia Kirchner en colaboración con la gendarmería de Patricia Bullrich. Hace casi dos años que el kirchnerismo, más allá de los discursos, garantiza el ajuste de Macri. Totalmente funcionales a la derecha.
Si los militantes que honestamente quieren combatir contra la derecha hicieran un balance correcto, deberían romper con todos los burócratas sindicales, con los barones del conurbano, con los empresarios vaciadores, con duhaldistas, menemistas y aliancistas. Pero eso se les presenta un problema inmediato: las listas electorales que prepara el FpV estarán plagadas de "traidores".
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La verdadera grieta no es entre kirchneristas y macristas, que tan bien se llevan en los pasillos, sino entre ajustadores y ajustados. Entre un gobierno de empresarios y cómplices, por un lado, y los trabajadores y las mayorías oprimidas por el otro.
Contra el gobierno macrista que ataca por todos los frentes a las mayorías trabajadoras, necesitamos construir una fuerza política independiente, al servicio de la lucha contra el ajuste, los despidos y la represión, por los derechos de las mujeres, de la juventud, de la diversidad sexual, de los inmigrantes.
Esta es nuestra propuesta desde el PTS: fortalecer al Frente de Izquierda como herramienta política, para romper definitivamente con los capitalistas y sus funcionarios, con la perspectiva de que gobiernen los trabajadores. Una fuerza política que plantee con firmeza que nuestras vidas, las vidas de los trabajadores, las mujeres y los jóvenes, valen mucho más que sus ganancias. |