Ilustración: https://www.facebook.com/MuerteyDestruccionAR/
Para analizar la crisis y el ajuste que está atravesando la clase trabajadora no hace falta hacer grandes estadísticas a nivel económico, solo con ir a un acto público para la adquisición de cargos escolares es suficiente. Esto es posible de observar ya que en el último tiempo se ha notado la enorme concurrencia de profesores a las Secretarías de Asuntos Docentes (SAD) para obtener horas de trabajo en las escuelas públicas. Esta problemática deja entrever varias realidades, de las más crudas, a las que son sometidos los miembros de la clase trabajadora en general y en este caso en particular, los docentes. En primer lugar, la falta de oportunidades laborales y educativas genera que la mayoría de los estudiantes que inician una carrera en los institutos de profesorado lo haga para tratar de huir de los trabajos mal pagos, precarizados y tercerizados que hoy en día proliferan producto de años de políticas neoliberales que han devastado la calidad de vida de los sectores más vulnerados y pobres.
Es así como durante años nuevas camadas de estudiantes terciarios se esfuerzan en recibirse para obtener el tan anhelado trabajo que los rescate de la miseria cotidiana, pero es entonces cuando se vuelven a encontrar con la crisis económica de frente. Para acceder a algún cargo en las escuelas los docentes son sometidos a una competencia entre pares, ya que las horas se toman a través de una puntuación que se van acumulando a lo largo de los años, con cursos de formación algunos pagos y otros gratuitos. De este modo los docentes con mayor antigüedad tiene prioridad de acceso a los mismos, frente a los docentes “nuevos” que casi no cuentan con el puntaje suficiente para competir y poder obtener módulos de sus materias.
Por otro lado se manifiesta la necesidad que tienen la mayoría de los docentes de sobrecargarse de horas de trabajo en las escuelas para poder llegar a fin de mes. Esto genera que tengan que ir corriendo de una escuela a la otra, pasando todo un día arriba de un colectivo para su traslado; sin poder descansar y sin alimentarse adecuadamente. Una de las consecuencias fundamentales de esta situación es la carencia del tiempo suficiente para la planificación de las clases, la corrección de trabajos y evaluaciones, base elemental para una educación de calidad.
Esta situación no es ajena a los más de 20 días de huelga y movilizaciones masivas llevadas a cabo por los docentes, en reclamo de un salario digno e igual a la canasta familiar. El gobierno de Cambiemos se muestra indiferente a la importancia de la educación pública, al ofertar reiteradas veces el mismo porcentaje de aumento, que ni si quiera llega a cubrir el poder adquisitivo perdido en el 2016, mucho menos a cubrir la Canasta Básica.
Desde la Agrupación La Marrón, dentro de la Multicolor, planteamos que los docentes deben trabajar un cargo de seis horas (cuatro frente al aula y dos para capacitarse y planificar), con un salario no inferior a la canasta familiar, para poder brindar a nuestros estudiantes una educación de calidad y gratuita, que es su derecho pero también es el nuestro. |