¿Cuáles son los antecedentes? En junio del 2016 se dio a conocer que la empresa de productora de bocinas y aparatos de sonido Bose Corporation fue comprada por la empresa Flex Technologies, que continuaría produciendo estos aparatos y agregaría la fabricación de otros.
La incertidumbre comenzó a extenderse entre los trabajadores, por temor a perder derechos laborales, como suele suceder cuando las fábricas son vendidas a nuevos patrones. Desde entonces los trabajadores exigieron que se respetara y reconociera su antigüedad laboral, obtenida durante los años de trabajo para Bose.
Flex se cree dueña de los trabajadores
Estas demandas no fueron atendidas y finalmente el martes 25 de abril del año en curso por la mañana, los obreros estallaron un paro, al que se sumaron trabajadores de 2 turnos. Durante el paro, los trabajadores, alrededor de 1,500, se concentraron en el estacionamiento y denunciaron que los tenían secuestrados dentro de la maquila.
Los guardias de seguridad encadenaron las puertas, no permitieron el ingreso o salida de nadie. Flex Technologies no solo impuso sus precarias condiciones de trabajo dentro de la maquila que recientemente adquirió, sino que se considera dueña de los trabajadores. Considera tener el derecho a retener y literalmente secuestrar a los obreros, con la venia de la autoridad laboral, municipal y estatal.
A través de redes sociales y medios locales, los trabajadores denunciaron su propio secuestro, así como el hecho de que los directivos los despidieron y además se negaban a liquidarlos conforme a la ley.
250 trabajadores serán despedidos durante mayo
En esta ocasión, como desde mediados del año pasado, cuando se informó la compra de Bose, los directivos de Flex y autoridades municipales aseguran que la intención no era despedir trabajadores.
Sin embargo, el pasado sábado 29 de abril se anunció el despido de 250 trabajadores de la empresa durante el mes de mayo. Según la información difundida hasta ahora, los trabajadores que serán liquidados han aceptado por no estar de acuerdo con las condiciones laborales que les impuso la empresa.
La decisión de despedir a 250 trabajadores y liquidarlos conforme a la ley se da en acuerdo con los trabajadores según medios locales. Pocas veces en México se dan arreglos de este tipo, dónde la empresa esté dispuesta a pagar lo correspondiente, pero esta salida es problemática para los trabajadores.
Es bastante contradictorio que un obrero se vea obligado a aceptar su liquidación en lugar de puestos de trabajo en condiciones y con salarios dignos, a causa del temor que le genera que no se reconozca su antigüedad o por negarse a aceptar las duras condiciones laborales que impone cualquier patrón.
Frente a los patrones que se creen dueños no solo de los medios de producción, sino de los trabajadores mismos, los trabajadores son capaces de pelear en defensa de los derechos laborales, organizar sindicatos para defenderse, conquistar mejores condiciones de trabajo y salarios que alcancen para cubrir las necesidades de las familias obreras.
Los trabajadores tenemos la fuerza para dar estas luchas, hace falta que tomen confianza en sí mismos y hagan uso de sus métodos de lucha como el paro y la huelga. |