El conflicto de la “cooperativa” lechera SanCor lleva más de dos meses, cuando fueron despedidos 500 trabajadores.
Desde ese momento se han sucedido las negociaciones entre el gobierno nacional, la cámara empresaria y el sindicato. Los convidados de piedra vienen siendo los trabajadores y millones de consumidores.
La crisis de la empresa tiene en vilo más de 4 mil puestos de trabajo. La posición del gobierno ha sido la de ofrecer ayuda financiera, pero a cambio de algunas condiciones. Por eso Macri en las últimas horas puso como uno de los responsables de la crisis al "pésimo convenio laboral para la industria", aprovechando su campaña para conseguir convenios a la baja en distintos sectores productivos. Antes el ministro de Producción Cabrera afirmó que “el verdadero problema de Sancor no es el tambero, sino los empleados”. Por eso el gobierno pide que se elimine el bono extraordinario que las empresas le pagan al sindicato por cada afiliado. La cámara patronal ha aprovechado para intentar avanzar sobre las condiciones laborales de los trabajadores lecheros, no solo de SanCor. El sindicato ha aceptado “diferir” el 15% de los salarios y renunciar a parte de los aportes de las empresas.
En el medio, miles de trabajadores ven peligrar sus puestos de trabajo en una industria que ha ganado millones en los últimos años, con buena parte de su producción dedicada a la exportación.Vienen realizando medidas en las distintas plantas de la empresa.
En ese marco se desarrolló un paro nacional del gremio, que definió a últimas horas de la noche del miércoles un plenario de ATILRA. Según los referentes del gremio, “si no llega la ayuda del Gobierno, SanCor cerrará, no por los trabajadores sino porque se va a producir un lock out, se va a producir un cierre de la empresa por falta de recursos”. Así apuntan contra las maniobras de las cámaras patronales, que vienen trabando el acuerdo exigiendo más concesiones de parte de los trabajadores.
Para algunas fuentes, el objetivo del gobierno y algunas empresas es que SanCor sea malvendida a inversores extranjeros u otros grupos locales.
Como analizábamos hace unos días, “en Sancor hay millones de litros de leche por día en peligro, mientras millones de niños son pobres”. ATILRA defiende las cajas del sindicato y hace concesiones pero no plantea medidas a la altura del ataque. El paro nacional definido a última hora sin la participación de las bases y sin piquetes para garantizarlo en todas las plantas del país, no alcanza para evitar el plan de las empresas y el gobierno . Como decíamos en aquellas oportunidad, “hacen falta asambleas resolutivas (no informativas) de todos los trabajadores (lácteos y camioneros) para discutir y votar un plan de lucha serio que con el paro y la movilización exija al gobierno la transferencia de la plata que se comprometió a realizar, enfrente el ajuste y los despidos que quiere imponer el gobierno y la empresa. Hay que exigir que se abran los libros de contables de Sancor que teniendo ganancias extraordinarias todos estos años quiere descargar la crisis sobre los trabajadores”. | 
