El presidente de la Comisión Episcopal de Pastoral Social, Jorge Lozano, aclaró ayer que "no está en el ánimo" de la Iglesia alentar una "mesa de diálogo" entre familiares de desaparecidos y exrepresores.
La aclaración surge luego de que la cúpula eclesiástica anunciara que convocaría a familiares de víctimas del genocidio, de la misma forma que a familiares y amigos de genocidas.
El martes comenzó en Pilar la 113° asamblea plenaria de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA) que finalizará hoy. En el marco de esta "asamblea" fue que la CEA anunció las reuniones que tenía previstas y los temas que abordaría. La iniciativa de la Iglesia generó un repudio automático, al que se suma la conmoción que produjo el fallo de la Corte Suprema que habilita a los genocidas a acceder al beneficio del 2 x 1.
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Ante la bronca y el rechazo a todos estos gestos y medidas que apuntalan la impunidad para los represores, ejecutores del terrorismo de Estado, Lozano salió cínicamente a afirmar que "ojalá que quienes son acusados de delitos" de lesa humanidad "puedan arrepentirse y dar algunos datos" sobre el destino de sus víctimas.
La idea no es "dar marcha atrás" a los juicios contra los militares que cometieron violaciones a los derechos humanos durante la última dictadura, sostuvo. En declaraciones a radio Cooperativa, monseñor Lozano negó que los obispos hayan alentado una "mesa de diálogo" entre víctimas o familiares de desaparecidos y militares vinculados a la represión ilegal.
Lo que Lozano, ni Bergoglio ni ningún representante de la Iglesia menciona, es que esta institución reaccionaria cómplice de la dictadura, también debería pedir perdón y abrir los archivos que se encuentran en su posesión.
La referente de la Asociación Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora, Nora Cortiñas, en diálogo con la agencia DyN, insistió en que la Iglesia "participó del terrorismo de Estado" y pidió "que paren con esto de la reconciliación". Además, denunció que fueron "maltratadas" por la Iglesia en distintas ocasiones que llevaron "cartas para saber el paradero de nuestros hijos. Nunca hubo ninguna respuesta".
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