Tía de Ana Libertad, la nieta recuperada 115. Hermana de Elena (mamá de la joven) y de Roberto José, ambos desaparecidos en 1976 y 1977. Hija de Licha, una de las fundadoras de Abuelas de Plaza de Mayo. Y luchadora incansable contra los genocidas, contra la impunidad, por la verdad y por la justicia.
Estela de la Cuadra analiza los dos últimos hechos que conmovieron a la sociedad argentina y muy especialmente a quienes desde hace décadas luchan por enviar a todos los represores de la dictadura cívico-militar a la cárcel.
Desde hace muchos años De la Cuadra viene denunciando a Jorge Bergoglio y a otros referentes de la Iglesia católica como partícipes necesarios de lo que sufrió su familia. Así lo explicó ante este diario en una entrevista concedida en 2014, cuando demostró con todas las pruebas que “el rol de Bergoglio fue proteger a los ejecutores de la dictadura”.
Hace poco más de una semana desde la Conferencia Episcopal Argentina se hizo un llamado a la “reconciliación” entre las víctimas del genocidio y sus victimarios. Aunque luego algunos obispos intentaron suavizar sus objetivos, lo cierto es que la Iglesia protagonizó un nuevo acto se cinismo.
¿Qué pensaste cuando se hizo público ese llamado a la “reconciliación”?
No me extraña nada del Episcopado, ya que tiene un largo historial de apoyo a los militares.
Hay que recordar que en marzo de 1983 los genocidas lanzaron la llamada “Ley de Pacificación Nacional”, más conocida como ley de autoamnistía, un armado donde se articulaba muy bien qué era lo que se podía y qué lo que no se podía juzgar una vez terminada la dictadura. ¿Y quiénes los apoyaban? Nada menos que el PJ y la Iglesia Católica, particularmente en la figura de Antonio Quarracino, donde ya se planteaba la “reconciliación” y la idea de “cerrar las heridas”.
Además lo hacen como si ellos no tuvieran responsabilidad en el genocidio
Por supuesto. Ellos, al igual que en 1983, hoy se ponen por fuera de los “dos bandos” que planteaba la teoría de los dos demonios. Pero eso no puede ser de ninguna manera, porque la Iglesia formó parte de la dictadura. No es que se calló, que no estuvo, que debió haber hecho tal cosa y no la hizo. No. La Iglesia hizo mucho. Tuvo bajo su égida los campos de concentración que hubo en Argentina. Y de los pocos juicios que pudimos llevar hasta ahora, en cuarenta años de lucha, se ve siempre la presencia de capellanes y curas en los centros clandestinos de detención.
Desde 1957 está organizado el funcionamiento de la Iglesia dentro de las distintas fuerzas armadas y de seguridad del Estado argentino, con sus categorías, sus sueldos y sus jubilaciones correspondientes. Entonces cómo pretenden ponerse por fuera del genocidio.
Por otra parte llaman a la “reconciliación” pero sin pedir perdón por lo realizado
Yo, personalmente, no acepto que la Iglesia pida perdón. Porque si estamos luchando por decir que no son amnistiables el genocidio y los crímenes de lesa humanidad, es imperdonable lo que hizo la Iglesia. Sería una contradicción que pidan perdón, si es que se les ocurriera.
Y mucho menos abren los archivos que tienen en su poder
La Iglesia católica tiene su Estado, tiene su gobierno y su embajador acá en Argentina. Y yo pregunto cómo es posible que la Iglesia tenga archivos que fueron sacados de las sesiones de tortura en los campos de concentración. ¿Puede otro Estado entrar en el Estado argentino y hacer eso? Y así fue, así se hizo. ¿Cómo puede ser que ellos sigan teniendo en su poder archivos de lo hecho en Argentina por parte de las fuerzas estatales? Es porque fueron parte de eso que se hizo. Con lo cual, si se analiza profundamente, lo que habría que hacer es dejar afuera del Estado argentino a la Iglesia católica.
¿Creés que Bergoglio acompaña este pedido de “reconciliación”?
Mirá, desde el mismo Juicio a las Juntas hasta todos los otros juicios se denunció con nombre y apellido a muchos representantes de la Iglesia como partícipes del genocidio. Desde Graselli hasta el mismo Bergoglio quedaron pegados. De hecho Jorge Bergoglio, en los tempranos años 90, ya era el segundo de Quarracino y era a quien se le iría transfiriendo el poder dentro de la Iglesia.
Bergoglio en 1998 pasó a ser la autoridad máxima de la Iglesia católica, tuvo dos mandatos consecutivos al frente de la Conferencia Episcopal Argentina y además asumió por aquel entonces al frente del Vicariato Castrense. No tenemos que olvidar que acá se ha juzgado y condenado a un capellán de la Policía Bonaerense como Von Wernich. Hace unos años hubo otro que estaba complicado, porque se le estaban por empezar causas judiciales, y Bergoglio lo sacó de Argentina y lo escondió en Italia. Y es sabido que varios militares se refugiaron en Italia durante años, como Jorge Olivera (condenado a prisión perpetua por delitos de lesa humanidad). Entonces ¿qué discutimos de Bergoglio?
Es decir que Bergoglio debe estar muy interesado en la impunidad
Yo declaré como testigo en el juicio contra (Christian) Von Wernich en 2007 y allí pregunté públicamente si Bergoglio no tenía nada para decir sobre todo lo que allí se debatía. Días después, en un acto en Córdoba, el propio Bergoglio dijo que Von Wernich era una oveja descarriada. Un cínico, porque durante la dictadura, siendo la máxima autoridad de los jesuitas, en Campo de Mayo y otros lugares de Argentina, como Chaco y Córdoba, tenía unos siete capellanes ubicados en las fuerzas armadas, cuatro de ellos en el Ejército. Esos curas fueron denunciados por sobrevivientes que aseguran que asistían a las sesiones de tortura. Por eso ellos necesitan el 2x1 y la “reconciliación”.
Y otra cosa terrible. En la época en que Bergoglio era el segundo de Quarracino, puesto por el Papa, varios hijos apropiados por los genocidas iban a colegios católicos. Ellos sabían quiénes eran esos niños y niñas.
Por eso hoy la política de Bergoglio en todo esto es dibujar las cosas para disimular y hacer como que “acá no pasa nada”, “nosotros no fuimos”. De allí que, desde mi punto de vista, es bochornoso todo el peregrinaje de personas, movimientos sociales y sindicatos al Vaticano a sacarse la foto con Bergoglio. Eso sí, a él le viene bárbaro porque necesitaba un hacerse plafón y con eso lo consigue.
¿Qué pensaste cuando te enteraste del 2x1?
Indignación, claro. Pero recordemos que Rosatti fue ministro de Justicia, “Derechos Humanos” y Seguridad de Kirchner y que era docente en un alto instituto religioso en Santa Fe. Tanto a él como al propio (presidente de la Corte Ricardo) Lorenzetti los trajo de Santa Fe Néstor Kirchner. Y el propio PJ fue el que aprobó en el Senado los pliegos de Rosatti y Rosenkrantz.
¿Cómo ves el repudio generalizado que recibió el fallo?
Evidentemente me hace pensar que no les va a ser fácil. Porque con todas las fragmentaciones y debilidades que tiene el pueblo hay un sentimiento muy fuerte de rechazo a esto. Un sentimiento que yo vi aparecer en otras oportunidades muy importantes, como en la Semana Santa del 87 o contra los indultos de Menem. Ese sentimiento antirrepresivo y esa dignidad acumulada que llena las calles, como debemos hacerlo ahora. Esos jueces se van a tener que poner las barbas en remojo.
Evidentemente la movilización de este miércoles será una gran muestra de rechazo social
Sí. Y la movilización es muy importante. Pero ojo, no va a caer del cielo la conciencia, sobre todo en las generaciones jóvenes, de que sólo la lucha será la que nos permita conseguir lo que nos corresponde. Hay que seguir peleándola, con las herramientas como los juicios y demás, pero sobre todo con “escuelas políticas” a nivel de toda la sociedad. |